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Marchando y El Quejigo celebran otra jornada de limpieza voluntaria en Alhama

Alrededor de unas 30 personas se dieron cita en el recinto ferial para iniciar desde allí este recorrido de limpieza.

 “Hace un año había mucha más basura, también había menos hierba porque no llovió nada, pero este año es más complicado limpiar porque hay sitios a los que no podemos acceder”, explica uno de los voluntarios que ayer participó en la limpieza del Río Alhama. Una actividad que se toma con gusto, no por lo que los voluntarios encuentran, sino más bien por lo que los vecinos y visitantes de Alhama dejarán de ver en uno de los recorridos más característicos de la comarca, el del Río Marchán a su paso por Los Tajos. 

 Por segundo año consecutivo, esta actividad organizada por las asociaciones Marchando por Alhama y El Quejigo tiene la finalidad de corregir los excesos de un uso irresponsable de los espacios públicos naturales, lamentablemente demasiado abandonados en algunas de sus zonas, ya sea por la falta de limpieza o por la ausencia de civismo de aquellos que hacen uso del mismo. 

 Latas, bolsas de plástico, botellas, cristales rotos, escombros, fregonas, cepillos, cuchillas de afeitar, sacos de abonos, toallitas, cuerdas, gabillas, chanclas, zapatillas, prendas de vestir, cubos, preservativos, clínex, heces, etc. La lista es casi tan larga como el camino que bordea uno de los sitios más icónicos de Alhama. Hasta cinco euros se encontró una de las voluntarias. 

 Alrededor de unas 30 personas se dieron cita en el recinto ferial para iniciar desde allí un recorrido que este año ha abarcado el Camino del Colesterol, la zona de los Molinos y todos los senderos y veredas que van desde el ferial hasta el Colegio del Callejón. Las fuertes lluvias de este año han hecho más complicada la tarea y también han arrastrado mucha de la basura por el curso del río quedando enterrada bajo el lodo. 

 “El año pasado no dábamos abasto”, explicaba otra voluntaria mientras levantaba el brazo para señalar que aquella zona de allí estaba asquerosa. Algo que indica que las cosas se están haciendo bien, tanto por la iniciativa de estas asociaciones como por la colaboración de los colegios en actividades paralelas que se están llevando a cabo durante el curso escolar. “Hay que traer aquí a los niños, que ellos también se encarguen de limpiar. Es la mejor forma para educarlos bien, para que cuiden su pueblo y tomen conciencia de lo importante que es preservar el medio ambiente”, decía una madre acompañada de su hija. 

Más implicación de las instituciones
 
 El apoyo del Ayuntamiento de Alhama y de la Diputación en este tipo de actividades también es importante, aunque en apariencia escaso. Tal vez la mejor ayuda que puedan prestar las instituciones sea participar de una forma más activa, es decir, se necesita desbrozar las veredas para poder limpiar de una forma más eficaz y facilitar la colaboración de estos voluntarios. 
 
 Uno de los puntos señalados por la mayoría de voluntarios y que urge de la implicación del Ayuntamiento de Alhama de Granada es la de los caminos que están justo debajo de las famosas Casas Colgantes. Allí se puede encontrar hasta una botella de Casera de hace 15 o 20 años, algo que refleja bien hasta donde retrotrae la acumulación de basura. Son zonas con difícil acceso, muy complejas para los voluntarios. Además, todos esos barrancos están llenos de cristales y de cascajo. Lo más probable es que parte de esa basura se vaya desprendiendo con la llegada de tormentas y lluvias, pasando de su lugar actual a las veredas y posteriormente al río, luego al mar, posteriormente a los peces y de ahí a nuestros estómagos. El ciclo de la basuraleza.

Llamamiento a la población de Alhama
 
 Alrededor de 30 voluntarios se encargaron de la recogida de residuos, muchos de los asistentes hacían mención a que hay que reunir a más gente: “Quejarse está muy bien y más si se hace con razón, pero todos tenemos que arrimar el hombro en la medida que se pueda y más cuando es por Alhama”. Es llamativo que un gran número de extranjeros afincados en el municipio asistieran al llamamiento de estas asociaciones, algo que dice mucho de la implicación de los mismos por esta tierra. 
 
 También es evidente que para cubrir todo el espacio rural de Alhama se necesita a mucha más gente. Algunas de las cunetas de acceso a la localidad presentan un aspecto lamentable, solo con la colaboración del Ayuntamiento y el altruismo de asociaciones y vecinos de la comarca se podrá conseguir el objetivo de tener un pueblo que destaque por su belleza natural y también por su limpieza.