Que tampoco sería la primera vez en la que me metiera en el berenjenal de escribir sobre temas en los que mi ignorancia es oceánica y mi sapiencia, charquillo diminuto; pero a fuer de viril y español me atrevo a opinar sobre todo cuanto acontece, venga o no venga a cuento, me pidan mi opinión o no me la pidan. No puede ser de otro modo en quien, como el que suscribe, por todo mobiliario y menaje intelectual no tiene más que un cántaro vacío y un candil sin torcida. Aquí estoy de nuevo, y diré claramente y sin rodeos que voy a opinar sobre algo, o alguien a quien en las prensas digitales que, iba a decir leo, pero más bien repaso apresuradamente los titulares, llaman “Vinicius”, por esos mismos titulares intuyo que un man que este año se va a embolsar más de veinte millones de euros de sueldo se queja de que en España hay racismo. Por lo leído, alega Vinicius que algunos espectadores del equipo contrario al acercarse él imitan, gestos, sonidos y actitudes de lo que llamaré “mono” por simplificar. Que hay gente que, seguramente lo ama y lo idolatra, todos los seguidores del Real Madrid y que al resto les cae muy mal, hasta el punto de colgar en algún sitio, creo recordar, una muñeca hinchable negra vestida con la camiseta del futbolista. Otrosí parece ser, según he creído entender que la policía ha detenido a los colgadores del artefacto sexual por delito de odio. Ese es el sucinto resumen de lo que he logrado entender de lo que he leído e medios digitales.
Soy el primero en reconocer que soy racista y machista y aporófobo porque lo natural es ser fascista
Tiene razón Vinicius, en España solemos mirar mal a la gente que no es “como nosotros” ya sea melanoderma, xanthoderma o leucoderma, especialmente si recelamos que es más pobre y que nos va pedir tabaco, o dinero, o nos va a quitar el trabajo o todo a la vez; o nos va robar la cartera, ocuparnos el piso o algún otro horror que nosotros (los de piel correcta, acento correcto, buena presencia y tarjetas de crédito Visa) en nuestra bendita ignorancia no conocemos, pero que ellos, seguramente sí.
Soy el primero en reconocer que soy racista y machista y aporófobo porque lo natural es ser fascista. Pero ese conocimiento de mi propia pertenencia a una especie naturalmente adaptada para la supervivencia del más apto, fuerte, veloz y carente de empatía me hace cuidar y cuidar mucho, mediante la educación, el estudio, la cultura y el aprendizaje, el modo de minimizar en la medida de lo posible mis actitudes frente al “otro o la otra” de modo que en ningún momento deje de olvidar que somos de la misma especie, nacidos del mismo modo y que lo único que nos diferencia son los hábitos adquiridos en la infancia. Es decir, mediante la educación o la carencia de educación.
En España hay racismo porque hay ignorancia y hay ignorancia porque interesa a los que cortan el bacalao
En España hay racismo porque hay ignorancia y hay ignorancia porque interesa a los que cortan el bacalao que la gente ande más entretenida con las idas y venidas de la gente del famoseo, del balompié, o con las noticias escandalosas y falsas que nutren la mayor parte de las publicaciones de la prensa española, según que prensa, claro. Se trata de conseguir que se vote a quien pueda seguir haciendo negocio con la salud, la educación, o, ya mismo con el agua, no considerados derechos esenciales, sino como bienes de uso y consumo mercadeables.
Y para ese estado de cosas, nada mejor que dar suelta a la ira acumulada mediante el recurso del peligro de los negros, los chinos, los rusos, las putas, los maricones, los gitanos los moros los pobres, los comunistas y toda la gente que no es “como nosotros”, Créame el lector que el empleo de términos incorrectos, en mi caso no es por odio , más bien por todo lo contrario, por mi afecto por toda la gente que tiene que hacerse valer desde el hándicap de su diferencia, de su marginalidad, de su falta de oportunidades y tarjetas visas.
Lo de Vinicius no sé lo que es, pero racismo no me parece que lo sea.