A ti, mujer.
Hola, amiga, con mi recuerdo, mi abrazo en la distancia y, ese fiel compromiso de desterrar injusticias y luchar la dignidad masacrada...
Un fuerte abrazo, amiga.
A ti, mujer
Siempre fue tu más bello sueño,
tus hijos, familia y tu casa
y, si tienes algo de tiempo,
le haces una prenda de lana…
La luna abraza con su plata
en noche de tiernos recuerdos,
mientras su familia descansa,
prende el ruiseñor, en tus sueños…
Siente esa caricia en tierna alma,
tan dulce nana a tus pequeños,
que amigos, muñecos abrazan,
agotados por tantos juegos…
Y el marido, por duro esfuerzo,
rendido ha caído en la cama
y ese recio ronquido es, su eco,
de duras horas que trabaja…
Bocadillo, a hijos, prepara,
a su esposo, generoso almuerzo
llena su cantimplora de agua,
para alivio en tan duro esfuerzo…
Cuando, por fin, se va a la cama,
va de puntillas, en silencio
y con las luces apagadas,
para no interrumpir su sueño…
Brota en su alma, el fuego en fiel beso,
a llegada tan deseada
y ¿cómo, aún no estás durmiendo?
no duermo, porque te esperaba…
mientras le da el más tierno beso
y con tierno mimo, le abraza…
Tan tierna hermosura de ensueño,
de noble mujer, se derrama,
con el más dulce privilegio,
de tierna vida, en cuerpo y alma…
Noble alma y tu fuego en sueños,
de esfuerzo al trabajo entregada,
es la gran riqueza de un pueblo,
dulce gozo, en gente que te ama…
Salvador Arias
marzo, 2021.