Así podríamos llamar al tercer día de feria, el del sábado 11 de septiembre, que contó con la única degustación oficial que se ofrecía en esta fiestas; jamón y vino Aranzada.
Los cortadores de jamón dieron la nota, en el buen sentido, se entiende. Muchos no saben que desde hace unos meses hay cursos de cortadores de jamón, una especialidad a la que cada vez se unen más adeptos, unos por su trabajo en la restauración, y otros por simple curiosidad o porque les apetece nuevos aprendizajes. Lo cierto es que los alumnos alhameños de esta especialidad formaron una batería que, a forma de orquesta y como si tocadores de violines se tratara, fueron despiezando en lonchas los jamones que se habían preparado al efecto, ante la mirada sorprendida de cuantos llenaban la caseta municipal.
El alcalde, Francisco Escobedo, y algún que otro concejal también se subieron al carro de cortar jamón, además de ser los encargados de su reparto por la mesas del recinto, como camareros espontáneos, junto con otros colaborares, para atender al personal.
Vino Aranzada y queso de la Magahá
También el vino alhameño Aranzada fue protagonista, puesto que se ofrecía una degustación a los que quisieron acercarse al sitio que se había preparado al efecto. Igual ocurrió con el queso la Magahá de Jayena, una tapita para probar y raciones mínimas a seis euros para quienes quisieran acompañar el jamón y al vino.
Como se ve en las imágenes, la caseta municipal estuvo llena de gente, en un sábado para compartir en tertulia con amigos y familiares.
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