Antonio "El Churrero" y Ana María, su mujer, se ofrecieron desinteresamente para que los mayores fuesen los protagonistas de este primer acto del programa de junio 2025.
El amor y el respeto hacia nuestros mayores se hizo patente en el primer acto oficial de la Feria de Junio 2025, cuando los residentes de la residencia comarcal de Alhama fueron los verdaderos protagonistas de la apertura de las celebraciones. En el patio de la residencia, bajo la sombra protectora de un toldo y rodeados de plantas que dan vida al espacio,disfrutaron de un desayuno especial que marcó el inicio de las fiestas.
Antonio "El Churrero" y su esposa Ana María fueron los artífices de este hermoso momento. Su gesto desinteresado de ofrecer churros recién hechos a los residentes no solo llenó de sabor la mañana, sino que demostró que los valores de solidaridad y cariño hacia nuestros mayores siguen vivos en nuestra comunidad.
Con sus manos expertas, Antonio trabajó la masa ante los residentes y cuidadores, creando esos churros dorados que despertaron sonrisas y recuerdos en quienes han sido testigos de tantas ferias a lo largo de sus vidas. Mari, junto a él, ayudaba en la preparación mientras el personal de la residencia colaboraba para que todo saliera perfecto.
El reconocimiento que merecen
Este acto inaugural tiene un significado profundo que va más allá de un simple desayuno. Nuestros mayores son quienes han construido la historia de nuestro pueblo, quienes han trabajado incansablemente para dejarnos el legado que hoy disfrutamos. Son ellos quienes han vivido más ferias, quienes guardan en su memoria los recuerdos más entrañables de nuestras tradiciones.
En sus rostros, muchos de ellos marcados por los años pero iluminados por la alegría del momento, se podía leer la satisfacción de sentirse protagonistas, de saber que no están olvidados. Algunos en sillas de ruedas, otros con la ayuda de bastones o de los propios cuidadores, pero todos unidos por la emoción de formar parte de esta celebración especial.
El personal de la residencia se volcó en hacer de esta mañana algo inolvidable. Su dedicación diaria, su paciencia y su cariño hacia los residentes se hizo aún más evidente en este momento especial. Porque cuidar a nuestros mayores no es solo una profesión, es una vocación que requiere del corazón además de la preparación técnica.
Los mayores han dedicado toda una vida a cuidar de sus familias, a trabajar por el progreso de nuestro pueblo, a transmitir valores y tradiciones. Ahora es nuestro turno de cuidarlos a ellos, de darles el cariño y la atención que merecen, de hacerles sentir que siguen siendo una parte fundamental de nuestra comunidad.
Los churros de Antonio eran el símbolo de una tradición que se mantiene viva, aunque ya también esté jubilado, pero que enaltece el espíritu de la feria, y entiende que ellos merecen los mejores momentos.
La Feria de Junio 2025 comenzó así, con el sabor dulce de los churros recién hechos y el sabor aún más dulce de la gratitud hacia quienes nos han dado tanto. Porque una feria que no honra a sus mayores es una celebración incompleta.
Este desayuno inaugural nos recuerda que el verdadero valor de nuestras fiestas no está solo en la diversión y el espectáculo, sino en la capacidad de unirnos como comunidad, de reconocer a quienes lo merecen y de demostrar que en nuestro pueblo, los mayores ocupan el lugar de honor que les corresponde.
Gracias, Antonio y Mari, por este gesto hermoso. Gracias al personal de la residencia por su dedicación y cariño. Y gracias a nuestros mayores por regalarnos su sonrisa y por recordarnos que el tiempo más valioso es el que dedicamos a quienes amamos.
