30 años de Murga La Cueva
Imagen superior: La Cueva en 1980
La pasada semana se cumplieron tres décadas desde que aquella agrupación creada por el histórico Andresillo Molina, junto con la Murga de las Enfermeras, saltara a la palestra en el resurgir democrático del carnaval, empezando a escribir páginas de historia de la fiesta más importante de Alhama de Granada. Desde aquel 17 de febrero de 1980, La Cueva jamás ha faltado a su cita anual de pre-cuaresma.
Con la inquietud por la sociedad alhameña, y la defensa por la lucha de la autonomía de Andalucía, este grupo de paisanos, agricultores, estudiantes, colaboradores de la revista Marchán, niños pequeños, que hoy ya son padres, y otros más veteranos, salieron por primera vez a la calle, con sus tradicionales e invariables pitos de caña, tina de arenques, un cartel de cartón y banderas andaluzas por doquier. Eran años donde el carnaval era una poderosa arma democrática para luchar contra los últimos vestigios del franquismo, y para la restauración total de las libertades sociales e igualitarias. Con el lema “Alhama sí a la autonomía” en el escenario de la Plaza del Rey, la Cueva subía por primera vez a cantar sus coplillas ante sus paisanos.
El segundo año aparecían con la “Vuelta de la Murga de la Cueva”, y con más ambiente de carnaval, con la aparición de nuevas comparsas y murgas que aderezaron el cada vez más protagonista carnaval. Ni la noche del golpe de estado del 23-F privó a los murguistas de ensayar en la cueva del Vivi, aunque aquel día estaban algo más atemorizados y con la voz más baja. Precisamente este lugar ha sido el que casi siempre han utilizado para ensayar, sacar coplas, beber largas arrobas de vino, y darse festines con borregos a la brasa y chotos al ajillo, por el conocimiento culinario de varios murguistas.
Al año siguiente, iban de bandoleros, con su famosa copla “Desde la sierra de Loja, venimos los bandoleros, para atracar Fidecallas (caja de ahorros) que tiene muchos dineros”. A partir de aquí, los hijos de los murguistas, aún muy pequeños, se fueron incorporando a la agrupación, creando una línea generacional sin límite.
En el año 88 sorprendieron con otra copla inolvidable: “Ay Manolillo, hay que tener cojones, matar los guarros a perdigones”. Y en el año 91 hicieron una de las innovaciones más importantes del carnaval: los famosos artefactos sorpresa del domingo de piñata. Precisamente aquel año la murga no iba a salir en el carnaval, pero después de la idea del artefacto por parte de dos primos, improvisaron tanto, que el mismo domingo de carnaval se hicieron los trajes (musulmanes) y el cartel. Para muchos, fue el mejor año de su historia, 1991. Aunque en el 89, y con la inauguración del Hogar del Pensionista, sacaron una inmensa paella donde iba subido el director.
En el 95 incluyeron en el grupo a tres féminas, cuando iban vestidos de monjes. Y en el 97 recibieron el premio del Patronato de Estudios Alhameños “a una labor alhameña”, por su esfuerzo por recuperar, mantener e innovar el carnaval de Alhama. Además, aquel año actuaron para toda Andalucía, junto con la comparsa Manos Unidas, en el programa de Canal Sur: “Tal como somos”.
Pocos años después, el también programa del ente andaluz Andalucía Directo, visitaba la cueva del Vivito, para conocer dónde ensayaban, y cómo preparaban los murguistas el famoso carnaval, quedando los reporteros sorprendidos del emplace tan pequeño y tan natural. En 1993, la Murga de Los Escolares del Callejón, conformada casi al completo por hijos de los murguistas de La Cueva, salieron en el carnaval, y se mantuvieron durante seis años. Esta fue otra gran iniciativa de la agrupación. Por último en el año 2007 crearon su propia página web.
Los artefactos de la Cueva han sido los siguientes: tanque, carabela, cohete, dinosaurio, monasterio, tren expreso, caravana del amor, trineo de papa noël, helicóptero ilegal, barco vikingo, avión del Papa, limousina de Fidel Castro, dragón gigante, ovni, sala de las autopsias, plaza de toros portátil, circo político y escuela de las antiguas. Los largos días y horas de trabajo que cada uno de estas obras de arte conlleva, sólo La Cueva lo sabe, pero siempre les ha merecido la pena.
Siempre caracterizada por su perfecta organización, aunque con su esencial carácter anárquico y crítico al poder político en cualquier ámbito, la Murga llega a sus 30 años como la única superviviente desde 1980, apareciendo de forma ininterrumpida en cada una de las ediciones, y pasando por ella, una inmensa parte de alhameños y alhameñas, que han aprendido y enseñado carnaval en esta escuela de maestros.
Más información y fotos en www.murgalacueva.es
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