Ahora que tú, cartel, luces quieto en un balcón que ni las guerras te hicieron parar ahora el mundo se paraliza y te quedas solo aplaudiendo al silencio de un febrero inusual que te ata a unas frías rejas.
Ahora es el momento del mañana para hacernos más de lo que somos. De valorar lo que hay antes de que ese cartel salga a ondear las calles con el vaivén del ritmo de un carnaval.
Ahora ves el cartel que esconde las letras animadas de música coloreadas de sonrisas y mascarones que esconden bajo telas la desesperación que se convierte en un “quejío” de alegría.
Ahora que echas de menos esos momentos y esas personas que te hacen sonreír es cuando te das cuenta lo que realmente merece la pena. Ahora que lo más importante es la salud es cuando más echas de menos un abrazo. Ahora que tu cartel calla es cuando echas de menos su ruido.
Ahora que todos se quedan en casa y el cartel se queda en el balcón con sueños emociones y letrillas en el tintero.
Ahora valoramos lo que hay detrás de ese cartel, meses de entusiasmo, trabajo, ilusión y sentimiento común para que ese cartel sea el centro de los corros que transmiten la alegría de un carnaval para que tú bailes y olvides días como estos.
Ahora el cartel se queda también en casa y se asoma al balcón para que te acuerdes de él y tengas la esperanza que volverá. Ahora por los que están, ayer por los que estuvieron y mañana por los que estarán. Por esa gente que nos une la misma pasión. Ánimo y gracias a vosotros compañeros comparsitas. Sois el color y la vida de estos carteles que vibran cada carnaval que pronto volverá gracias a vosotros.
Ahora ves el cartel que esconde las letras animadas de música coloreadas de sonrisas y mascarones que esconden bajo telas la desesperación que se convierte en un “quejío” de alegría.
Ahora que echas de menos esos momentos y esas personas que te hacen sonreír es cuando te das cuenta lo que realmente merece la pena. Ahora que lo más importante es la salud es cuando más echas de menos un abrazo. Ahora que tu cartel calla es cuando echas de menos su ruido.
Ahora que todos se quedan en casa y el cartel se queda en el balcón con sueños emociones y letrillas en el tintero.
Ahora valoramos lo que hay detrás de ese cartel, meses de entusiasmo, trabajo, ilusión y sentimiento común para que ese cartel sea el centro de los corros que transmiten la alegría de un carnaval para que tú bailes y olvides días como estos.
Ahora el cartel se queda también en casa y se asoma al balcón para que te acuerdes de él y tengas la esperanza que volverá. Ahora por los que están, ayer por los que estuvieron y mañana por los que estarán. Por esa gente que nos une la misma pasión. Ánimo y gracias a vosotros compañeros comparsitas. Sois el color y la vida de estos carteles que vibran cada carnaval que pronto volverá gracias a vosotros.
Dedicado a las comparsas “El Pitorreo” y “Los que Faltaban” por el trabajo que realizan detrás del cartel antes y durante el carnaval para que, incluso estos días, también sean grandes.
Ahora todos nos tenemos que acordar de estas tantas personas.
Ahora todos nos tenemos que acordar de estas tantas personas.
Y dada la situación y como gorrión comparto estas palabras de Miguel Hernández extraído de su obra “El gorrión y el prisionero”
“…Los gorriones son los niños del aire, la chiquillería de los arrabales, plazas y plazuelas del espacio. Son el pueblo pobre, la masa trabajadora que ha de resolver a diario de un modo heroico el problema de la existencia. Su lucha por existir en la luz, por llenar de píos y revuelos el silencio torvo del mundo, es una lucha alegre, decidida, irrenunciable. Ellos llegan, por conquistar la migaja de pan necesaria, a lugares donde ningún otro pájaro llega. Se les ve en los rincones más apartados. Se les oye en todas partes. Corren todos los riesgos y peligros con la gracia y la seguridad que su infancia perpetua les ha dado….”
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