La mítica peña de Alhama de Granada deja de animar con su charanga los partidos del 'Cebé'.
Todavía no se sabe si habrá más alegrías en la cancha o menos que el año pasado, pero lo que sí es seguro es que el Palacio de los Deportes será a partir de ahora un recinto menos ruidoso. La peña Ollas Locas ha decidido no acudir a los partidos de esta temporada ante la escasez de efectivos. Este hecho, teniendo en cuenta que se trata de un recinto deportivo donde los cánticos y las voces de miles de personas se concentran cada quince días -o algo menos si hay jornadas adelantadas- para animar al CB Granada y acongojar al rival, sólo puede interpretarse como una mala noticia.
«No hay gente suficiente para ser una peña medio en condiciones. Deberíamos ser entre veinte y treinta miembros, además de poder contar con músicos, que es nuestra principal baza», afirma Víctor Latorre, presidente de la formación cuya sede está en Alhama de Granada. Precisamente ha sido la falta de personas con habilidades para los instrumentos de música una de las claves para la triste determinación, que ha dejado huérfana la esquina colindante a otra peña mítica del 'Cebé', el Frente Nazarí.
Desde la cúpula de la peña alhameña afirman que no se trata de un efecto colateral de la crisis. «En realidad no nos costaba tanto dinero ir al Palacio como para que ésa sea la causa. La gente se ha desanimado un poco, tienen otros quehaceres, hay jóvenes que se han ido a estudiar fuera... Son un cúmulo de circunstancias que nos han impedido seguir este año», comenta Latorre.
Desde 1986
No será la primera vez que las Ollas Locas desaparecen de la 'foto de familia' de la afición granadina. El colectivo, que es el más veterano de los que animan al 'Cebé', al crearse en 1986, también tuvo un periplo en el que desapareció. Sin embargo, y a raíz del último ascenso del equipo a la ACB, retornó hace cinco años (temporada 2004/05). Su mérito ya no sólo radica en la charanga que ya animó en el alboloteño pabellón Murado a los hermanos Álvarez, Spicer, Cooper y demás jugadores de la época de Oximesa. Lo más reseñable quizá sea que la formación recorría cada día de partido los más de cien kilómetros que separan Alhama de la pista nazarí únicamente para animar a su equipo.
«Los primeros años se contrataba un autobús, aunque el año pasado usamos nuestros coches porque salía demasiado caro», recuerda Latorre. La peña confía en que se trate de algo temporal y que lo más pronto posible puedan regresar al pabellón del Zaidín. «Da pena estar un año en barbecho. La decisión no fue fácil y nuestra Junta directiva la tomó tras el partido de presentación ante el Khimki. Al principio parecía que sí seguiríamos, pero empezaron a 'descolgarse' personas y, antes que dar imagen de pandilla, pensamos que sería mejor no ir esta temporada», afirma Víctor Latorre.
Aunque muchos de los miembros del colectivo alhameño acudan a título personal a los partidos de este año, la imagen del Palacio no volverá a ser la misma sin esos entrañables 'locos' que se echaban a la carretera para ocupar una de las esquinas del Palacio y que, con la ayuda de sus vecinos del Frente Nazarí, marcaban el ritmo de los aplausos y abucheos de la grada del recinto del Zaidín.