Emotivo homenaje de la Peña de Alhama a Mary

Los hijos y el compañero de Mary recibieron una placa y ramo de flores al finalizar el partido que homenajeó su memoria.

Minuto de silencio, al comenzar el partido

 Los que conocieron a Mary (Mari Carmen González Heredia, La Viñuela -Málaga-, 15-10-1964 / 27-06-2020) dicen que es una de esas personas que dejan huella, por su sencillez, amabilidad y siempre dispuestas a echar una mano donde se necesite, además de ese semblante siempre alegre que hace que todo parezca más fácil y más humano. De este modo, su compañero, el alhameño ‘Chapi’, Manuel Jiménez Maya, miembro de ‘La Peña’ futbolística, la introdujo en este mundillo deportivo y, a partir de ese momento, no sólo fue una colaboradora más, fue, sin duda, impulsora de afectos y motivaciones de los componentes, lo que le hizo ganarse el cariño de todos, estando presente en cuantas actividades deportivas La Peña participaba.

 Pero la fatalidad llegaría aquel fatídico 27 de junio, cuando la enfermedad le arrebataría la vida a los 55 años, en plena pandemia, y donde el desconsuelo se ha hecho más patente porque apenas se han podido despedir a los seres queridos.

 Ahora, cuando la vacuna y el tiempo va derrotando al virus, y la vida vuelve a tener tintes de normalidad, aunque todavía sin plenitud, La Peña, su Peña, ha querido rendirle el homenaje que la Mary se merecía, y de esta forma organizaron una jornada de homenaje, y digo jornada, porque no se circunscribió a un partido de fútbol, fue una jornada de convivencia que se extendió desde las once de la mañana y hasta bien entrada la tarde del pasado domingo 5 de septiembre de 2021.

Dedicatorias al cielo, con cada tanto

 Maury, presidente de La Peña, y Antonio Moreno, secretario, junto a otros miembros los había preparado todo, un partido de fútbol, con unas camisetas para la ocasión, con la leyenda “Mary, siempre en nuestro corazón”, así como los detalles para la familia y el cáterin para cuantos quisieron compartir la jornada con ellos, sin ningún compromiso, sólo con el ánimo de rememorar a quien se le dedicaba este día, que con 27º grados de temperatura a media mañana hizo sudar bien la camiseta a los peñistas y voluntarios que quisieron ser partícipes del partido, el cual comenzaría con un minuto de silencio, los aplausos y el saque de honor que realizó Chapi.

 Lo que ocurrió en el terreno de juego no es relevante, porque el interés no estaba en el marcador, pero sí en las dedicatorias al cielo de cada uno de los tantos, que servían para recoger los aplausos del buen ánimo de los presentes.

 Terminado el partido, los asistentes se agruparon junto a las puertas del municipal de La Joya, donde, en representación de La Peña, Jorge Guerrero, miembro de la misma, tuvo unas palabras que recordaron a la Mary, una semblanza que sólo se puede hacer de ese tipo de personas con las que siempre se puede contar, y que también siempre están dispuestas a colaborar, muestra de ello -dijo Jorge- es que el reconocimiento no es sólo de La Peña de Alhama, también en su pueblo, La Viñuela, el Ayuntamiento había colocado una placa en la zona donde Mari Carmen (La Mary) realizaba su trabajo, y esto sólo se hace con las personas que dejan huella y se lo merecen, porque han conseguido ese reconocimiento de la gente.

Placa dedicada por el Ayuntamiento de La Viñuela en el sitio donde trabajaba Mary

 Tras las palabras de Jorge, Maury y Antonio Moreno, hicieron entrega a sus dos hijos y a su compañero Chapi de unas placas grabadas como recuerdo de este sencillo, pero emotivo gesto de cariño y afecto, así como sendos ramos de flores, con unos asistentes visiblemente emocionados, pero siendo partícipes de esta prueba de gratitud bien merecida.

La Peña entregó placas conmemorativa y ramos de flores a los hijos a y su compañero

El brindis para comenzar

 Una vez concluida esta parte se pasó a la zona de cáterin, donde el reputado cocinero Pablo Ruiz Becerra había preparado toda una zona de aperitivos mientras daba los últimos retoques gastronómicos de puesta a punto y decoración a un sabroso arroz, mientras que los asistentes hacían un brindis ‘in memorian’, abriendo de esta manera lo que sería el comienzo de una tarde animada, participativa y con buen ánimo, mientras los chavales correteaban, se bañaban y daban ese ambiente que sólo saben poner los niños que se abren paso a la vida, una vida arrebatada a la homenajeada Mary, pero que en ese momento estaba allí presente.