
Tras encadenar cuatro partidos sin puntuar, el equipo granadino visita el siempre difícil estadio de Ipurúa en Eibar, el sábado a las 22 horas, en lo que será algo más que un partido más para Joaquín Caparrós y sus jugadores ya que la afición empieza a estar cansada de la poca ambición del Granada.