Es el caso de Óscar ya que su madre, Amparo, no solo le anima y consuela, si no que se ha enfundado un karategui y se ha puesto a practicar kárate para estar con él y apoyarle dándole ejemplo de sacrificio.
Óscar Correa Ariza, logra su cinturón negro de karate a sus trece años, no cabe duda que el apoyo recibido por su familia tiene mucho que ver.
Allá por el año 2008, comenzaba su andadura en este noble arte, que le ha llevado a conseguir numerosos éxitos deportivos y los que están por llegar. En estos años de práctica se ha formado con obediencia, sacrificio, respeto y disciplina.
Óscar es aplicado en la escuela, educado con sus mayores, cortés con sus compañeros y no le gusta dejar nada a medias con lo cual era lógico que llegara a ser cinto negro en el deporte que practica con pasión: Karate.
Hay muchos que abandonan a las primeras de cambio, otros cuando se les exige un poco más, algunos cuando ven que el examen de cinto negro requiere de unas cualidades por encima de lo normal, no es el caso de Óscar que tenia muy claro desde sus comienzos que la meta de la primera etapa era ser Kuro Obi, o sea “cinto negro”.
Ahora comienza el verdadero aprendizaje de karate, humildad para entender que no entiende nada, disposición para ayudar al que lo necesite, respeto para el que piensa diferente y comprensión para el que quiera probar sus habilidades…
Mi mejor amigo es karate, por ello lo trataré con respeto, me ganaré su confianza, jamás le pediré que me ayude en situaciones de extremo peligro, a un amigo no se le pide nada, no hace falta, un amigo acude si verdaderamente lo has tratado bien. ¡Trata tu Karate BIEN!
El fin de semana del 19 de diciembre fue intenso. Silverio ha entrenado en Santa Fe en la preselección juvenil para representar alhama de Granada en los próximos campeonatos de Andalucía, Pablo y Antonio en La Zubia en el entrenamiento de instructores de la asociación de Karate tradicional JKA. Pero sobre las catorce horas todos estaban ya en Alhama.