Otra familia de karatecas, la familia Gálvez-Ortiz



En estos tiempos en los que vivimos hace falta un poco, o tal vez un mucho, de respeto, honor disciplina, compasión y orgullo por lo nuestro.


 Estos valores los debe fomentar el deporte y sus monitores, no cabe ninguna duda que el karate enseña refuerza y practica todos estos valores y el club deportivo Alhama-Ippon referente del karate comarcal hace gala de ellos y de sus alumnos, que ensalzan con dedicación y orgullo su karate,  que no es otra cosa que;  respeto, honor, disciplina, compasión y orgullo.

 Un ganador se compromete, da su palabra y la cumple. Un perdedor hace promesas, no asegura nada y, cuando falla, sólo se justifica.

 Os presentamos a una familia de sobra conocida en nuestro pueblo, practicantes y amantes del karate:

Silverio Gálvez Moyano, Noelia Gálvez Ortiz y Silverio Gálvez Ortiz
 


Le preguntamos al patriarca de la familia, que no al más experimentado en temas de karate, que es el benjamín de la misma

- ¿A qué edad empezaste a practicar Karate?

- Bueno. yo soy un practicante que se ha incorporado tarde a esta disciplina, me incorpore en el 2014 con mis ya 48 años.

- ¿Por qué karate y no otro deporte?

- Quizás sea yo un caso atípico en el mundo del deporte, con normalidad vemos a hijos que practican el deporte que hace el padre o la madre,  en este caso yo practico el deporte que hacen mis hijos.

 Los padres pasamos por diferentes etapas cuando tienes un hijo o hijos  en la práctica de un deporte y que además de estar federados compiten, como es el caso de mi hijo e hija, pero por concretarlo mas y si la memoria no me falla creo que son ya con este año, 2015, ocho años ejerciendo como padre de un competidor, de un karateka.

 Primero eres padre taxista, vas y llevas tu hijo al gimnasio y lo recoges, estas contento por que tu hijo practica un deporte.

 La segunda fase es cuando vas a los campeonatos y a los entrenamientos dentro y fuera de Alhama y lo único que puedes hacer es alégrate con tu hijo cuando gana y apoyarlo cuando gana menos, pues ellos siempre ganan, ganan nuevas amistades, ganan en experiencia, ganan en superar miedos escénicos, pues no debemos de dejar de recordar que este deporte es un deporte individual aunque tenga modalidad por equipos. pero es individual.

 La fase por la que pase después fue la de padre interesado por el conocimiento de la disciplina deportiva, interesándome por todo lo relacionado  con el mundo de la competición e intentado desgranar este mundo que visto desde las gradas y sin haberlo practicado antes  es difícil de entender y así he pasado por las fases de ejercer de “árbitro” desde la grada o de “sensei” en casa… en todas las fases nunca me he sentido a gusto y siempre o casi siempre frustrado. Pero he aquí que un día recibo una invitación de Antonio Mateo, sensei (Maestro) del gimnasio “Ippon Karate do” para practicar “ un poco de karate” y resultó que el horario me era favorable, no había excusa….

 Así me encuentro en estos momento en una fase muy gratificante, practico el mismo deporte que mis hijos, lo practico con ellos, comparto con ellos tiempo, experiencias, aprendizaje, pues el karate no deja de ser un continuo y motivador aprendizaje y un deporte que se adapta a cualquier edad no como en otros deportes que te tienes que adaptar tu a ellos.



- ¿Cuanto tiempo le dedicáis?

- No suelo faltar a ningún entrenamiento, y normalmente tres horas a la semana repartidas en clases de una hora tres días a la semana.

- ¿Hay ánimo en casa?

- Si, he pasado de ser animador a animado…Yo como te comentaba antes siempre he animado y apoyado a mis hijos en la práctica de este deporte, es mas, mucho de nuestro tiempo libre se organiza entorno a este deporte y sus competiciones. Ahora la motivación es recíproca, creo que mis hijos me apoyan en estos momentos más a mí que yo a ellos.

- ¿En cuántos campeonatos habéis participado?

- He participado en dos campeonatos de la Delegación Granadina de karate en lo que se denomina “circuito provincial”, en el trofeo de otoño, que se celebró en Alhama, y en el trofeo de Navidad el pasado mes de diciembre en Salobreña. Participo no con afán de ganar si no con el de que se me valore o puntué la progresión y el aprendizaje.

- ¿Cuáles son vuestras metas?

- Mis metas es seguir aprendiendo y poder seguir compartiendo, tiempo, espacio, aprendizaje, superación,  esfuerzo, risas y muchas cosas mas  junto y al lado de mis hijos y alégrame de tenerlos a ellos corrigiéndome  técnicas y posiciones junto con nuestro maestro y sensei Antonio Mateo. 

- ¿Por qué recomendaríais la práctica de karate?

- Puedo recomendar la práctica del karate como padre o como practicante. Lo haré como practicante: Yo hace mucho tiempo que no practicaba ningún deporte y la verdad es que me encontraba en peor forma física de lo que yo creía y con bástate sobrepeso. El karate se ha adaptado a mí, a mi ritmo, me ha hecho ganar en elasticidad, coordinación, me ha fortalecido de forma general, ha aumentado mi resistencia y mi forma física en general....Pero eso no es todo… las “katas” o técnicas de combate simulando un adversario hace que aumente tu capacidad de memoria, tu agilidad mental, tu autoconfianza y tu autoestima… Espero que las circunstancias me permitan ser practicante de este noble deporte que es el karate muchos años.
Las familias practicantes del mismo deporte están mas unidas son mas fuertes y saludables.

 

Los beneficios de karate

 El karate tiene efectos antienvejecimiento, algunos estudios muestran como personas ancianas que han practicado karate a lo largo de su vida tienen los vasos  sanguíneos más flexibles, mantienen al máximo la capacidad motriz y la articular.

 Estudios recientes llevados a cabo por psiconeurólogos muestran que el karate puede tener grandes efectos en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. La dinámica del karate que incluye el trabajo corporal con numerosos movimientos coordinados y que nos obligan a mejorar el equilibrio provoca un crecimiento de las conexiones entre las neuronas, de este modo se fortalecen las redes neuronales del cerebelo, los ganglios básales y el hábeas callosum lo que implica una revitalización de la memoria y un incremento de la capacidad para organizar información nueva. El entrenamiento en el tatami es fundamental para conservar la memoria y repara las conexiones cerebrales debilitadas con la edad, sobre todo a partir de los 50 años cuando empieza un lentificación generalizada que afecta a casi todo lo que podamos hacer, desde los tiempos de reacción a la rapidez con que aprendemos o recordamos. Esto es debido a que nuestro cuerpo se vuelve menos eficaz en la repartición de nutrientes al cerebro y una de las mejores ayudas para mejorar esto y evitar que el problema aumente es ponerse el karategui.

 Las mujeres que practican regularmente karate tienen un riesgo de padecer cáncer de mama y otros tumores malignos hasta un 37% menor que las mujeres sedentarias. El karate es un agente terapéutico de primer orden, aumenta nuestras defensas potenciando el sistema inmunológico, incrementa los niveles de células T, responsables de defender al organismo de distintos virus y bacterias. Aumenta la capacidad respiratoria, incrementando la actividad del diafragma, el tórax y los pulmones. Potencia el corazón y previene los problemas cardiovasculares.

 A nivel competitivo, la práctica del karate deportivo desarrolla en los competidores aspectos psicosociales genuinos que posibilitan rasgos exclusivos para los perfiles de selección de personal, de máximo interés para los cazatalentos empresariales y que no se pueden aprender ni entrenar se adquieren exclusivamente por la experiencia competitiva.

 En definitiva el karate es mucho más que un deporte, no sólo por su origen sino por los beneficiosos efectos a nivel educativo, social y sanitario que aporta. El karate es una excelente herramienta para el cuidado de nuestro cuerpo y nuestra mente, su práctica regular puede transformar completamente nuestra vida.