Manuel Miranda Moreno consigue su cinturón Negro de Karate en el examen celebrado en Palma del Rio (Córdoba).
Manuel estudiante en el IES de Alhama de Granada, con buenísimas notas comportamiento ejemplar, educado, disciplinado y siempre a punto para ayudar a sus compañeros, alumno del gimnasio Alhama-Ippon de kárate donde ha conseguido numerosos premios por su constancia y buen hacer, consigue ahora uno de los anhelos de cualquier karateca; el ansiado y apreciado KURO OBI (cinturón negro).
¿Cómo se obtiene el cinturón negro?
Encuentre un maestro competente y una buena escuela, comience a practicar y trabaje fuerte. Algún día, quien sabe cuando, lo obtendrá. No es fácil. Podría no conseguirse. Cuando uno se da cuenta que el cinturón negro no es tan importante como la practica misma, probablemente se aproxime al nivel de dicho cinturón. Hay por delante toda una vida de estudio y practica.
El kuro obi se obtiene después de varios años de práctica continuada y pasando por los grados establecidos con exámenes en los que se valora la técnica, precisión, potencia, velocidad, control y teoría en la que se deben explicar los conceptos aprendidos así como los nombres de todas las técnicas en japonés.
Tras esta fase se llega al examen de cinto negro donde todos los detalles se cuidan al máximo, la presentación con su ritual de saludos, puesta en escena el kimono debe estar limpio y planchado con esmero, la realización de las técnicas debe ser impecables, las preguntas respondidas con seguridad y confianza y la espera del resultado digna para lo que conlleva ser kuro obi.
Cualquiera que sea el nivel que se logre, si uno piensa que es merecedor del cinturón negro, o si uno cree que se es lo suficientemente bueno para serlo, se estará alejando del objetivo, y, realmente se encontrará muy distante de alcanzar dicho cinturón.
Entrenar fuerte, ser humilde, no presumir frente al maestro u otros alumnos, no quejarse sobre algunas tareas y hacer en la vida siempre lo mejor, eso es lo que significa ser un cinturón negro.
Ser demasiado confiado en sí mismo, hacer demostraciones de habilidades, ser competitivo con desprecio a otros, mostrar falta de respeto, y seleccionar a gusto lo que hacer o no hacer (creyendo que algunos trabajos están por debajo de nuestra dignidad) caracterizan al estudiante que nunca logrará el cinturón negro.
El verdadero cinturón negro, usado por su legítimo poseedor es el cinturón blanco del principiante, convertido en negro por el color de su sangre y sudor.