En esta ocasión los hermanos Moya Ruiz-Chena, Adolfo y Carmen fueron los protagonistas al ceñirse su flamante cinto negro.
El cinturón negro es una distinción otorgada por años de práctica donde se han sacrificado muchas horas disciplinando la mente, aprendiendo a controlar emociones y llevando a otros limites el cuerpo, en el intento de lograr el máximo desarrollo físico y mental posible.
Un cinturón negro requiere disciplina, compromiso y perseverancia
Todo lo anteriormente expuesto es, a lo que se han enfrentado los alumnos del club de karate Alhama-Ippon.
En esta ocasión los hermanos Moya Ruiz-Chena, Adolfo y Carmen, ya son conscientes del duro trabajo que hay detrás de lo oscuro del nuevo cinturón.
Otra entrega mas por partida doble, donde los compañeros y alumnos disfrutan de ver lo cerca que puede estar esta meta y que todos ellos pueden alcanzar.
Su sensei, nos comenta el orgullo que siente cada vez que alguno de sus alumnos cierra una etapa con la consecución del kuro-obi, alegría de ver sus caras cuando se reflejan en el espejo con su cinturón negro anudado en la cintura, satisfacción de ver el trabajo realizado, orgullo por que son parte de uno, y emoción contenida para mostrar una fuerza de la que carece.
En el club deportivo Alhama-Ippon se han formado numerosos alumnos en Defensa personal, kick-boxing, Tai-chi y Karate shotokan donde hay veintisiete cintos negros.
Imágenes de todo un ceremonial cargado de simbolismo y respeto