Alhama.com publica temas comarcales y alhameños, y ya que el karate es una de las secciones habituales me voy a permitir el beneplácito de escribir para agradecer.
Esto no va de karate, me gustaría tener el ‘Don’, que el amigo y compañero, Antonio Gordo, tiene para escribir y transmitir con elocuencia cualquiera de los temas que trata en "La otra mirada", aunque cada uno en nuestra sección intentamos aportar lo mejor de la información para nuestros lectores, al tiempo que dar a conocer lo que sabemos interesa a nuestros vecinos en general.
Son muchos los alumnos que han pasado por el club deportivo Alhama-Ippon y que el día más importante de sus vidas se acuerden de uno, es para agradecerlo.
Este fin de semana se nos casó Raúl Requena, otro de los referentes cinturón negro que iniciaron su entrenamiento en disciplina, respeto y honor en su club de karate.
El karate alhameño pierde un karateca… o puede que gane a una karateca… lo que sí es seguro que sus retoños (cuando los tengan) harán karate.
Después de escuchar lo que sus amigos hablan de él, no cabe la menor duda que el gran niño se ha convertido en una gran persona: apreciado, querido y respetado. También hablaron muy bien de la novia, a la que no conozco, pero las referencias no pueden ser mejores. Raúl no se merece menos.
Gran labor de sus padres y maestros del CEIP Cervantes, con lo que el enlace nos dio la oportunidad de volver a compartir momentos con ellos, y, en la parte que nos toca, nuestro granito de arena también lo pusimos.
Agradecer que pasen los años que pasen se acuerden de que el karate ha ocupado una parte importante de sus vidas.
Muchas son las anécdotas que podríamos contar, hasta un ninja nos vino a visitar, han pasado más de treinta años y el cariño respeto y devoción siguen intactos.
Aquel niño pequeño y flacucho se ha echo gigante y fuerte y ha decidido casarse, no dudé ni un instante en acompañarte en este momento, agradeciendo se acordase de su amigo de karate.
Si te va a cambiar la vida… que sea con la persona que merezca la pena.
Foto familiar