Karate; lo que no se ve, pero con el tiempo se nota

Otra temporada mas que finaliza, tras la cual, y como siempre hacemos una valoración de resultados, los resultados como tales y en competición los conocéis, ya que alhama.com da cuenta de ellos, fielmente y en su tiempo preciso.

 Los resultados que no conocéis, pero que con el tiempo si notareis, son los que no se publican, de los que no hay comentarios en las redes sociales, pero sin embargo son los más importantes.

 El acudir al dojo con el karategui todos los días es una obligación del alumno, y este debe preocuparse de ello, sin excusas “mi padre, mi madre etc.” La uniformidad es muy importante.

 Los mas peques, empiezan por la simple tarea de colocar sus zapatos en orden en un lugar ya especificado; disciplina.

 Piden permiso para entrar en el tatami, saludando al sensei con una inclinación del torso, y este a su vez les da permiso con la misma reverencia, reverencia utilizada para solicitar ir al servicio, y en todos los inicios y finales de cualquier ejercicio; respeto.

 Aprenden a no pegar o a utilizar la fuerza y/o violencia cuando juegan con los compañeros, “ardua tarea”; control.

 Es simple pero muy practico que aprendan a no dejar un papel o restos de comida en lugar distinto a una papelera, las calles del pueblo nos lo agradecerán.

 Las cosas se piden por favor, no llorando, y se aceptan las decisiones con humildad, es complicado, pero seguiremos intentando que así sea.

 Se les enseña a compartir cualquiera de los “juguetes” con los que aprenden a saltar, rodar, patear, etc., para adquirir elasticidad, agilidad, fuerza, velocidad, control... Aquí no existe lo mío es mío, y lo tuyo, mío también.

 Aprenden a ganar, por que eso es lo difícil, con esfuerzo buen comportamiento y repetimos, con humildad.

 Aprenden a perder, aunque sea fácil, lo difícil es controlar los sentimientos que produce la derrota.

 Con respeto y cortesía nos despedimos hasta el siguiente día, con la reverencia típica.

 Que los peques se hagan adultos y conserven cualquiera de las pequeñas cosas aquí descritas, que con el paso de los años acudan a su antiguo DOJO, con cariño y respeto, eso es triunfar en la vida, esos son los triunfos de los que deben estar llenas las vitrinas.

 En el concurso fotográfico que se celebra en repetidas ocasiones, es necesaria la participación, no solo de los nuevos alumnos, si no de los antiguos también, ya que con ello permanecen unidos al club y sirven de ejemplo y de unión. Recordad que se realizará como es habitual un poster gigante con todas las fotos recibidas, este poster formara parte del treinta aniversario del club Alhama-Ippon, queremos veros a todos.

 El ventorro y la concejalía de Deportes, patrocinadores del karate alhameño.