Podrían ser las cinco de la Tarde, podrían ser, esa hora tan taurina y poética cuando llaman a mi puerta. No reconozco a primera vista a quien me saluda por mi nombre, pero tras dos reseñas históricas me alegra enormemente reencontrarme, tras mas de 25 años, con una figura de la letras, de la poética, y es que fuera, como el bien me recuerda en la correspondencia intercambiada en estos días, un 27 de mayo de 1989 la ultima vez que coincidimos.
Estaba frente a mi Antonio Enrique, poeta, ensayista y amante de la narrativa con más de 19 libros ya publicados. Acompañaba Antonio Enrique a una mujer de una apariencia etérea y una infinita sonrisa, a la que me presenta por Trinidad Sevillano, quien a lo largo de la tarde y estas cosas de Internet descubriera que es una grande del Ballet Lírico Nacional e internacional, entre su galardones cuenta con el el premio Nacional de Danza y otros reconocimientos nacionales e internacionales.
Conocimos a Antonio Enrique cuando dos jóvenes jameños, José María Morales Morales y Silverio Gálvez Moyano, se propusieran hacer de Alhama un punto de encuentro de la poesía provincial y regional, así aquel día de 1989 se organizo en Alhama el primer encuentro de poetas y poetas noveles de la provincia de Granada, participaron escritores de toda la geografía Granadina, de la zona de Baza y Guadix, de la costa tropical, Granada y área metropolitana, de los pueblos bañados por el Genil y de la Comarca de Alhama. Aquella día, y tras la actuación del grupo Lombarda, leímos todos nuestros poemas y cerraron aquella tarde-noche los poetas invitados José Carlos Rosales, Juan J. León (ya fallecido), Fernando de Villena y Antonio Enrique, acto que se repetiría dos años después, pues de pretendía que esos encuentros fueran bienales de poesía.
Pase junto a Trinidad Sevillano y Antonio Enrique una tarde haciendo de Cicerón por las calles de Alhama, y es que Antonio Enrique ávido de conocimiento sobre Alhama fue el acompañante perfecto para dar un paseo desde la puerta de Málaga a la puerta de Granada, pasado por la ciudad árabe.
Antonio Enrique se mostró muy interesado por la conquista de Alhama, y es que quizás unos de su próximos libros de poesía, o quizás una novela histórica, verse y tenga como tema central Alhama.
Mientras tanto Antonio Enrique regala a Alhama comunicación y para toda Alhama un poema escrito en la Plaza Real o Plaza de los Presos.
Antonio Enrique gracias por el poema, y gracias por seguir estando enamorado de Alhama.
PERDIDOS EN EL VÉRTIGO
Perdidos en el vértigo, Y echa a volar por estos tajos Los palacios dormitan, Las plazas no acogen sino silencio Llueve sólo sol |
Y clama por tantas sangres ¡Tanta luz! Tanta luz Está. Pero no es. Fue. Antonio Enrique |
Antonio Enrique
La Armónica Montaña (Akal, 1986), Kalaát Horra (Muñoz Moya, 1991; reeditada Las praderas celestiales, Comares, 1999), La luz de la sangre (Osuna,1997; Quadrivium, 2008), El discípulo amado (Seix Barral, 2000), Santuario del odio (Roca, 2006), La espada de Miramamolín (Roca, 2009), El hombre de tierra (Padaya, 2009) y Rey Tiniebla (Almuzara, 2012) constituyen sus novelas, siendo autor asimismo de Cuentos del río de la vida (1991 y 2002). Su labor crítica está contenida en unos cuatrocientos comentarios, en revistas y prensa. Como ensayista, cuenta con los libros Tratado de la Alhambra hermética (1988, 1991, 2005; edición inglesa, 2007), Canon heterodoxo (2003 y 2012), Los suavísimos desiertos (2005), El laúd de los pacíficos (2008), Erótica celeste (2008) y Las cavernas del sentido (2009). Presidente honorario del Instituto Iberoamericano de Estudios Andalusíes. Reside en Guadix donde ha desempeñado tareas docentes y está al cuidado del aula Abentofail de poesía y pensamiento. Su web: http://www.antonioenrique.com En la Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Enrique |
Trinidad Sevillano
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