A las cinco de la tarde, hora más taurina que flamenca, todo sea dicho, dio comienzo el segundo taller de flamenco impartido por la Escuela de Flamenco Cultural Garrotín.
Sergio Cuesta, cantaor, profesor de flamenco y profesor de filosofía y Vicente Márquez “Tente” dieron comienzo a este segundo taller de flamenco, iniciando brevemente una historia de la llegada de los gitanos a nuestro país, allá por el siglo XV, lo que con la idiosincrasia de este pueblo, combinado con la aportación de la cultura andaluza que encontraron al llegar a Granada, que fue el lugar donde más asentamiento de gitanos se produjo dio lugar a la aparición del flamenco, que fue posible, y en esto insistió mucho Sergio Cuesta, por la unión entre cultura gitana y andaluza.
Tras esta introducción explicó las dos formas de entender el arte que se pueden ver en flamenco, la una más pasional, y del sentimiento, que se correspondería con lo que Nietzche llamó arte ,dionisíaco, la forma de cantar y bailar de las zonas de Jerez, Cadiz y andalucia occidental y el arte apolíneo, mucho más racional, propio de Granada y Andalucia Oriental.
Prosiguió la introducción con la audición de cantes primitivos y populares, como el fandango, manifestación musical prototípica de toda la península , una jota, en el fondo es un fandango, musicalmente hablando, dijo Sergio y que en Granada pasó de ser un ritmo muy vivo y rápido a tocarse y cantarse de un modo más lento y más apolao, con una tesitura más amplia y yendo desde los tonos más altos a los más bajos. Frasquito Yerbabuena y Paco del Gas, despuntaron en lo que se llamó fandango del Albaycín.
Del fandango,se pasó a la granaina y media granaina o granaina chica y granina grande, cante en el que hay una confusión inicial ya que la “media granina” es un cante más completo y difícil de ejecutar que la granaina.
También la solea de Granada, cantada por Cobito y la temporera de Montefrio estuvieron presentes.
La ultima parte de la clase estuvo dedicada a Enrique Morente, figura excepcional del cante del siglo XX.
Tras la clase alumnos y enseñantes hicimos una visita a la exposición de fotos de figuras del flamenco de la galería del Carmen.
Pero como primer toma de contacto con el curso creemos que es suficiente con esta reseña somera. Seguiremos informando y aprendiendo. La próxima semana toca ritmos y percusión, ya les contaremos que tal vamos de compás la gente de Alhama Comunicación.
Tras esta introducción explicó las dos formas de entender el arte que se pueden ver en flamenco, la una más pasional, y del sentimiento, que se correspondería con lo que Nietzche llamó arte ,dionisíaco, la forma de cantar y bailar de las zonas de Jerez, Cadiz y andalucia occidental y el arte apolíneo, mucho más racional, propio de Granada y Andalucia Oriental.
Prosiguió la introducción con la audición de cantes primitivos y populares, como el fandango, manifestación musical prototípica de toda la península , una jota, en el fondo es un fandango, musicalmente hablando, dijo Sergio y que en Granada pasó de ser un ritmo muy vivo y rápido a tocarse y cantarse de un modo más lento y más apolao, con una tesitura más amplia y yendo desde los tonos más altos a los más bajos. Frasquito Yerbabuena y Paco del Gas, despuntaron en lo que se llamó fandango del Albaycín.
Del fandango,se pasó a la granaina y media granaina o granaina chica y granina grande, cante en el que hay una confusión inicial ya que la “media granina” es un cante más completo y difícil de ejecutar que la granaina.
También la solea de Granada, cantada por Cobito y la temporera de Montefrio estuvieron presentes.
La ultima parte de la clase estuvo dedicada a Enrique Morente, figura excepcional del cante del siglo XX.
Tras la clase alumnos y enseñantes hicimos una visita a la exposición de fotos de figuras del flamenco de la galería del Carmen.
Pero como primer toma de contacto con el curso creemos que es suficiente con esta reseña somera. Seguiremos informando y aprendiendo. La próxima semana toca ritmos y percusión, ya les contaremos que tal vamos de compás la gente de Alhama Comunicación.