Sylvia Oen: “El baile es como la vida, tiene que haber llanto y risas”

 Tenía que haber sido el viernes 27 de julio, pero un viaje imprevisto e ineludible de Sylvia hizo que se aplazara; y fue la insistencia de las bailarinas y bailarines en salir a darlo todo, el trabajo realizado incluso sin la coordinadora coordinando, lo que decidió que los grupos de baile de Jayena, Játar y Alhama nos volvieran a hacer disfrutar con sus actuaciones, con su trabajo, y con su arte y elegancia sobre el escenario.

 Pocos minutos después de la hora prevista, los que marca la cortesía que hay que otorgar a rezagados y posibles autoridades, subía Sylvia Oen a agradecer la presencia del público y a recordarnos los problemillas con los tableros antiguos, que se solucionaron bastante. Siguió comentando que se tuvo que aplazar el evento, “por razones que casi todos sabéis” y animó a sus alumnos y alumnas a salir a disfrutar” porque si vosotras disfrutáis, disfruta el público”. Agradeció también la colaboración del Ayuntamiento y en especial la de Álvaro.

 Y así fue, algo que ya es habitual en estos Encuentros Comarcales de Grupos de Baile en los cuales y, una vez al año, tenemos la oportunidad de deleitarnos con la música, ¡lástima que no sea en directo! y con el compás, la sabiduría, la elegancia, las coreografías y, ¿por qué no decirlo?, con la belleza que esos hombres y esas mujeres proyectan esculpiendo el aire con sombreros, abanicos y mantones.

 Fue, además una noche de cambio de registro musical, sin olvidar los bailes andaluces, bailaron también temas de zarzuela, uno de ellos como apuntó detrás de las bambalinas Sylvia, muy conocido por la versión que de él hizo el grupo Mocedades “Amor de hombre”, basado en “La leyenda del beso” y otro clásico “Agua azucarillos y aguardiente”.

 Aunque invisible la voz de la coordinadora jaleando, ¡ole las guapas¡, animando y haciendo tiempo para que las protagonistas se cambiaran de traje, hasta cinco veces lo hicieron algunas, estaba presente contribuyendo a dar más vida, si cabe a unas actuaciones en las que estuvieron, según Sylvia, de notable para arriba. No sabemos la nota que dio el público, pero sí que disfrutó intensamente de las actuaciones, de todas y cada una de ellas. También sabemos que una vez acabada la noche encima del escenario, las protagonistas y los protagonistas estaban felices y con un brillo especial en la mirada, y no es poesía si no la descripción de la realidad.

 Terminado el programa nuevamente Sylvia acudió al escenario a despedirse y dar, nuevamente las gracias a todo el público, al personal del Ayuntamiento, en este caso a Marisa y, especialmente a los técnicos de sonido, Ángel y José, no sólo por el sonido sino también por la colaboración prestada para la fijación de los tableros nuevos con tornillos.

 Para terminar, Sylvia invitó a los protagonistas de la noche a subir todos al escenario, momento que aprovecharon para entregarle un ramo de flores y ovacionarla con un cálido aplauso al cual se sumó, por supuesto, todo el público presente.

 Y para público conocimiento y agradecimiento a los participantes publicamos el repertorio y quienes lo bailaron.