El espectáculo “En el sentío” de Alicia Morales dejó un magnifico sabor de boca a los asistentes a este evento organizado por el Festival de Extensión de la diputación de Granada y el Ayuntamiento de Alhama.
Con exquisita puntualidad Ángel Muñoz, que repite como concejal de cultura, dio la bienvenida a los asistentes y recordó que esta era la segunda vez en la que los Jardines del Castillo sea abrían para albergar arte, música y cultura. Era poco después de las diez de la noche del viernes 19 de julio.
Noelia y María Valdepeñas Herreros acompañaron a la cantaora Alicia Morales en el primero de los palos del repertorio; el compás de los bastones y la voz de la cantaora abrieron las puertas a una noche del mejor flamenco “granaíno” con un palo de los que pocas veces se escuchan, cabales “De los pueblos”.
Con la guitarra de Álvaro Pérez, “El Martinete” nos dejó, como segundo cante de la noche unas soleares “El espejo” con cierto sabor a Morente y de soberbia ejecución.
Miguel Ochando a la guitarra, Nicolás Ortiz a la bandurria y Noelia y María al compás se incorporaron para ofrecer al respetable, que estaba disfrutando desde el principio, el garrotín “A mi aire”. Tras este la cantora cedió el protagonismo a sus acompañantes que realizaron un instrumental por tangos, si no me equivoco.
Nuevamente subió Alicia al escenario para interpretar malagueñas, rondeñas y fandango de Frasquito Yerbabuena dejando constancia del constante homenaje a Granada y el flamenco “granaíno” del que hizo gala a través de toda la noche, Granada presente en los cantes y en la forma de cantarlos, Granada, Lorca, presente en alguna de las letras que vistieron los palos.
“Pero dejar tu persona, eso no me lo manda la ley” decir ese verso es decir cañas, el siguiente cante con el que Alicia nos deleitó.
Y granaína y media granaína, magistrales en la voz de Alicia que aúna el sentir y la entrega con la perfecta ejecución de los palos, el arte, el sentimiento y la pasión con el cabal conocimiento de lo que hay que saber a la hora de cantar, que ese es el sello del cante granaino: La perfecta unión entre la técnica y la pasión. Y si a eso le sumamos una voz prodigiosa y magníficamente usada tenemos como resultado una cantaora completa capaz de conseguir llegar al alma del oyente con su cante.
Llegaba el momento, casi, de la despedida y eran los versos de Al Mutamid, “Del amor” los que a través del compás de la bulería emocionaban al público. Antes de irse aún hicieron otras bulerías en las que Noelia y María nos dejaron el regalo de su baile. Fiesta por bulerías para despedirse de un público que disfrutó intensamente del buen hacer de todos cuantos en el escenario estaban.
Excelente modo de dar comienzo al Verano Cultural, sobre todo para los aficionados al flamenco.
Redacción gráfica: Prudencio Gordo.