Rosana Molina hace pública su reflexión al respecto, ante una información que considera tendenciosa, falsa y falta de respeto.
Este es el comunicado de la alcaldesa Rosana Molna:
Comparto una reflexión ante la indignación que supuso para tod@s nosotr@s el artículo publicado por Ideal el pasado domingo.
Espero que este medio de comunicación tenga la decencia de rectificar y pedir perdón.
SI NO AYUDÁIS, NO MOLESTÉIS
El pasado domingo, los vecinos y vecinas del Llano de Zafarraya leímos con una mezcla de asombro e indignación un artículo publicado por Ideal, plagado bulos y medias verdades que denotan una auténtica falta de rigor periodístico.
El artículo, firmado por Pilar García-Trevijano, es una muestra de prensa amarilla y sensacionalista, y aparte de una carencia de estilo periodístico mínimamente aceptable, adolece de una falta de objetividad y de una debilidad manifiesta en las fuentes, lo que genera vergüenza ajena. Expresiones como “cuentan....” desde luego no ayudan mucho a la credibilidad del ejercicio periodístico. Y la falta de informaciones emanadas de administraciones locales, policía, guardia civil y sobre todo, de asociaciones que trabajan sobre el terreno, da una muestra de lo tendencioso del artículo.
Por supuesto que un artículo periodístico está amparado por el derecho a la libertad de expresión, por ruin y zafio que nos parezca. Pero la entrada de la noticia en Ideal digital es simplemente delictiva y espero que tenga sus consecuencias para quien practica este periodismo tan burdo. Bajo el titular, absolutamente falso, de que “las temporeras recurren a la prostitución en Zafarraya para completar su jornal”, insertan una imagen en la que aparecen mujeres trabajadoras del campo, solo eso, y dos jóvenes del municipio nacidas y criadas en Zafarraya, que han estudiado en nuestros colegios y que viven como cualquier vecino o vecina. Eso no es un error, es el estilo fétido que rezuma todo el artículo y evidencia la falta de profesionalidad de quien lo firma y de quien lo publica: Ideal Granada.
Este periódico no ha pensado en ningún momento en el daño hecho a unas adolescentes de 16 y 17 años, insertando su fotografía debajo del titular “las temporeras recurren a la prostitución para complementar su jornal”. Solo eso es vergonzoso y mancha todo el artículo. Nadie en este periódico ha pensado cómo se sentirán las mujeres a las que tacha de “prostitutas”. Vende más el sensacionalismo propio de un folletín xenófobo y radicalizado que la buena praxis periodística, con el único fin de crear malestar y dar pábulo a los voceros de la extrema derecha, que identifican inmigración con delincuencia y prostitución, manchando el buen nombre de mujeres trabajadoras, empresarios y de todo un municipio.
Pero sobre todo de las mujeres, siempre las más vulnerables.
En el artículo, se cita textualmente que las mujeres esperan arregladas frente a la entrada de Zafarraya y el consultorio médico. El relato da a entender que la periodista estaba presente, lo que sorprende aún más, porque miente absolutamente. Si fuese así, la fotografía que acompaña al abyecto titular en Ideal digital hubiese sido la de “la fila de mujeres y coches” que recoge en su artículo y no la de dos adolescentes. La otra opción es aún peor, se inventa descaradamente un relato desde su despacho de la capital, sin comprobar en ningún momento la falsedad de lo que describe. Pues la credibilidad que tiene la inventada “fila de mujeres arregladas ”, es la que rezuma todo el artículo. Credibilidad cero.
Esto me hace pensar en cuáles son sus fuentes. Porque nombra también otra inventada “fila de mujeres” en el Consultorio médico y una retahíla de enfermedades de contagio sexual... o no. Puesto este Ayuntamiento en contacto con los sanitarios nos comunican que no existen datos alarmantes referidos a la mayoría de las enfermedades descritas en el artículo. De lo contrario, lo lógico, es comunicarlo a las autoridades. Sería muy mala praxis propagar el miedo a un contagio de enfermedades inexistentes, narrar hechos inventados a una periodista y atender deficientemente a los usuarios, eso sí, por parte de algún sanitario y lo manifiesto con conocimiento de causa. No quedará esta duda en el alero, he dado orden de investigar estos hechos hasta el fondo y exigiré las responsabilidades oportunas a quien corresponda. Describir un ambiente apocalíptico en el Consultorio, donde todos los sanitarios van con mascarilla es simplemente otra falsedad. Yo, como muchos vecinos, he estado en el Consultorio durante este verano y no he visto a ningún sanitario con mascarilla. Si han decidido utilizarla en alguna consulta, me parece correcto; pero la realidad no es en absoluto una imagen semejante a la que vivimos durante la pandemia.
Nada hace más daño al buen periodismo que las medias verdades. Evidentemente los municipios que recibimos inmigración nos enfrentamos a retos, problemas que llevamos años afrontando desde el trabajo honesto, con la sensibilidad necesaria y hablando incansablemente con todos los sectores implicados. Desde la seriedad, no de la mano de bulos, que hacen más daño que aportar soluciones.
Cosificar a los empresarios como explotadores y a las mujeres trabajadoras como prostitutas ha enervado a un pueblo que lleva los últimos treinta años luchando por su supervivencia económica y por la integración y el arraigo de los inmigrantes que han llegado a nuestro pueblo, a los que consideramos vecinos y vecinas en igualdad de derechos y cuyos hijos e hijas han nacido en nuestra tierra y son, por tanto, zafarrayeros como nosotros.
Es cierto que existen problemas de falta de vivienda, además de dificultades a la hora de garantizar una atención integral a los inmigrantes. Por supuesto. Como cualquier pueblo o ciudad española tiene los suyos propios. Y es por esto que como Ayuntamiento nunca hemos rehuido de nuestra responsabilidad: contamos con trabajadoras sociales que realizan una gran labor para la inclusión social e integración; mediadores interculturales para atender adecuadamente a hijos e hijas de inmigrantes que llegan a los colegios; programas integrales para mujeres que no conocen el idioma; disponemos de un albergue de trabajadores temporeros con ochenta plazas y un módulo solo para mujeres, seis viviendas sociales, trabajamos con asociaciones sobre el terreno, como Asociación Mujeres en Zona de Conflicto y Codenaf. Y es por esto también que exigimos respuestas a las Administraciones superiores, porque no tenemos los recursos materiales ni humanos suficientes, como cualquier municipio de España que recibe una gran afluencia de población.
En definitiva, no puedo aceptar que se diga que “los inmigrantes llegan derrotados y en camiones como animales”. Este municipio les da una oportunidad a estas personas y el aporte de ellos y ellas a la economía, la cultura y la diversidad de nuestro pueblo es aún mayor, por lo que no puedo callar ante las descripciones apocalípticas que muestran a un pueblo insolidario y ajeno al dolor. Francamente, porque son falsas. Tenemos retos y problemas: sí. Y trabajamos incansablemente por solucionarlos, desde el ayuntamiento en primer lugar, por supuesto, pero también están implicados asociaciones, empresarios, vecinos y vecinas. Y así seguiremos, si artículos tan penosos e incendiarios como este nos dejan.
Porque estoy segura que el futuro de este pueblo acogedor, diverso y solidario será maravilloso cuantos más seamos.
Solo os pido que si no ayudáis, no molestéis.
Rosana Molina Molina
Alcaldesa de Zafarraya.