“Más hambre que un maestro de escuela”, el dicho popular se refiere a la extrema miseria cuando se dice que se “pasa más hambre que un maestro de escuela”, un enunciado que no es infundado, sobre todo referido y asociado al siglo XIX español, cuando los maestros de las escuelas de primera enseñanza, percibían sus honorarios de los Ayuntamientos.
Hecho este que siempre era origen de sueldos indignos cobrados además con grave demora. No parece que fuera la educación de las clases populares una de las prioritarias preocupaciones de las clases gobernantes, al menos en el mundo rural y a niveles provinciales y locales. Hoy nos sumergimos en la vida, acontecimientos y vicisitudes que los maestros de primera enseñanza vivían, en nuestra Comarca Alhameña a finales del siglo XIX. Son varios escritos y noticias de la publicación LA IDEA: REVISTA DE INSTRUCCIÓN PUBLICA. Entre ellas rescatamos varias crónicas de Juan María Solís maestro de primera enseñanza de Jayena. La desesperación, y el desamparo son el pan de cada día del maestro de primera enseñanza en nuestros pueblos, pidiendo el pago de sus atrasos o el cobro puntual de su sueldo, repetidamente se enfrenta al desabrigo de una desidia municipal constante y cínica. Lo que nos lleva a pensar cuanto de vocacional debía entonces de ser la profesión de maestro de primera enseñanza.
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La idea: revista semanal de instrucción pública: Época Segunda, Año IV Número 23 - 1871 junio 5 Madrid: [s.n.], 05/06/1871 (Madrid)
REMITIDO.
A ser ciertos los hechos que nos refiere nuestro apreciable suscritor D. Juan María Solís en la siguiente carta, no encontramos palabras bastante fuertes para expresar la indignación que nos ha causado la conducta seguida por el Ayuntamiento de Jayena, en la provincia de Granada. Dice así: Sr. D. Domingo Fernández Arrea.
Jayena 24 Mayo 1871. Muy Sr. mío: el día de la Asunción, día memorable, falleció, víctima de la miseria y del hambres la madre de Dª. Nicolasa López, maestra de esta villa, a la que se le adeuda desde primeros de Julio de 1870, sin que los corazones empedernidos de este Ayuntamiento le hubieran abonado ni un céntimo durante la enfermedad de su desventurada madre; esta infeliz hija, después que ha agotado toda clase de recursos, hasta el de vender la ropa, ha tenido el doble sentimiento de ver a su madre bajar al sepulcro en la mayor indigencia, y a ella la ha recogido una familia caritativa. También me consta que Dª Carmen de Guzmán, maestra de Arenas del Rey, cuyo pueblo dista de este una legua , ha dirigido , con fecha 14 del mes actual la 3a solicitud al Sr. Gobernador; suplicando que se le abonen por aquel Ayuntamiento las mensualidades vencidas desde primeros de Enero , ya que el Estado se ha hecho cargo de los atrasos hasta fin de Diciembre, a fin de alimentar a su enferma y decrépita madre, la que sucumbirá también bajo el peso de la miseria y del hambre; en vista de estos datos ¿habrá quien quiera seguir en el Magisterio? ¡Lo dificulto! ¿Pobres maestros? ¡Desgraciada juventud! Mucho, mucho pudiera decir a V. , empero el sentimiento me ahoga, el pecho me tiembla y la pluma se me cae de las manos..de...dolor. - Se repite de V. atento suscritor que B. S. M.-- JUAN MARIA SOLÍS.
La idea : revista semanal de instrucción pública: Época SEGUNDA Año VI Número 30 - 1873 agosto 4 Publicación: Madrid : [s.n.], 04/08/1873 (Madrid)
Sr, D. Domingo Fernández Arrea. Jayena 15 de Julio de 1873. Muy señor mío: Esto sigue de lo lindo: el 26 de Mayo último dirigí a esta Junta provincial una solicitud, suplicando en ella que se me pagasen mis haberes o que se me permitiera cerrar la Escuela mientras no me entregasen fondos por cuenta de lo mucho que me adeudan, a fin de poder atender a mi indispensable alimento. Esta licencia me fue negada, como era de esperar, pero visto que la necesidad se hace cada día más apremiante, con fecha 27 de junio próximo pasado he dirigido otra solicitud al Sr. Gobernador civil suplicando en ella lo qué a la Junta provincial. Esta parece que ha caído en un pozo, y mi situación se hace cada vez más precaria. En esta provincia no se reclaman, que yo sepa, los estatados de estar satisfechos de sus haberes los Profesores de primera enseñanza, é ignoro que se dirijan órdenes á los Sres. Alcaldes para dicho objeto; de ahí resulta que estos no pagan á los Maestros más que cuando les acomoda y en la forma y especies que quieren- otros les señalan una tienda en donde les ponen los comestibles á precios subidísimos, y además de esto, por cada 100 reales de deuda se les añade el 20 por 100, de modo que siempre se puede considerar que el Maestro pierde de su modesto haber un 50 por 100, además de dar las gracias con su sombrero en la mano. Esto pasa en la mayor parte de los pueblos, es decir, que no se nos permite cerrar la Escuela ni se obliga á que nos paguen. .¿Qué quieren, pues, de los Profesores de primera enseñanza? Que estos se mueran de hambre al frente de la educación de la juventud, que hasta carece de lo más preciso para su instrucción. Mucho, mucho pudiera decir á Vd. sobre el estado de los Maestros y de las Escuelas en esta provincia; empero guardaré silencio aunque no sea más que por.... pudor. Haga Vd. el obsequio de insertar estas mal trazadas líneas, hijas de la desesperación, a ver si se ablandan los corazones. Se repite de Vd. afectísimo suscritor que le saluda, JUAN MARIA. SOLÍS.
La idea: revista semanal de instrucción pública: Época SEGUNDA, Año VIII Número 3 - 1875 enero 18. Publicación: Madrid: [s.n.], 18/01/1875 (Madrid)
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Sin embargo de la orden-circular de 13 de Octubre último, se adeudan al Profesor de primera enseñanza, D. Juan María Solís (Jayena) quince mensualidades por personal; al Profesor de Torres veintiséis, a la Profesora diez y ocho, a la de Arenas del. Rey diez y ocho, y á los Profesores de Jatar pasan de veintiséis. De este modo y por este orden podríamos citar muchos pueblos del partido de Alhama. La verdad es que no puede darse situación más desesperada é insostenible, por cuya razón rogamos al nuevo Director de Instrucción pública fije su atención en estos hechos y procure poner remedio al mal con toda urgencia.
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Con el mayor gusto insertamos a continuación las siguientes líneas que uno de nuestros estimados suscritores dirige al Sr. Ministro de Fomento «Excmo. Sr: Mucho se ha escrito en cuanto se refiere a los pagos de los Maestros de primera enseñanza, siendo todo inútil. En su virtud, he meditado un pensamiento en largas noches de insomnio y de vigilia; pues como dice el adagio, nadie discurre más, que un hambriento, y he llegado á comprender que así como el Banco de España recauda las contribuciones para el Estado, del mismo modo puede recaudar los haberes de los Maestros de primera enseñanza, siendo éstos pagados por los Delegados de partido ó por sus representantes en los pueblos. Dándoles las mismas facultad que la ley les concede contra los contribuyentes morosos, descontando el Banco por ello el 2 ó el 3 por 100 de la parte de material, que es la cantidad que nos descontarán de nuestros modestos haberes los actuales Habilitados, si algún día llegamos á cobrar, todo quedaría arreglado. De este modo se evitarían, Excmo. Sr., tantas y tan repetidas órdenes, sin fruto, de los Sres. Gobernadores y Jefes económicos, el soborno en los comisionados de apremio que aquellas Autoridades se ven obligadas á mandar a los pueblos, y el que los Ayuntamientos dedicasen los fondos á otros objetos. De este modo los pueblos comprenderían su deber; las Escuelas estarían surtidas y los Maestros pagados, la juventud aprovecharla, y unos Y otros, y la sociedad entera, no dejaría de bendecir al Gobierno que la habla hecho tan señalado ser vicio.
JUAN MARIA SOLÍS Profesor de primera enseñanza de Jayena, Granada,
La idea: revista semanal de instrucción pública: Época SEGUNDA Año VIII Número 17 - 1875 abril 26.Publicación: Madrid : [s.n.], 26/04/1875 (Madrid)
$e nos da, cuenta de un hecho, que, de ser cierto; como creemos, quisiéramos no saberlo. El Profesor de primera Enseñanza de Jayena enfermo de la vista y falto de recursos por completo, solicitó de la Comisione, Provincial que se le admitiera en el hospital mientras durase la curación de su padecimiento, abonando él diez reales diarios con cargo á los créditos que tiene contra el Ayuntamiento. La instancia de este Profesor ha sido negada, y el infeliz, sin saber qué hacer, implora recursos al Gobernador y á la Junta provincial, sin lograr un céntimo. Este Profesor se llama D. Juan María Solis. Dicho esto, y suponiendo que sea cierto, repetimos no acertamos a escribir las palabras que deben consignarse a fin de llamar enérgicamente la atención del señor Director de Instrucción pública, para que influya pronto, por cuantos medios disponga medio á fin de que ni un día más continúe este Profesor en la situación que dejamos indicada. Así lo esperamos, confiados; en la justificación del Sr, Maldonado Macanáz.
La idea: revista semanal de instrucción pública: Año IX Época SEGUNDA Número 19 - 1876 mayo 8. Madrid: [s.n.], 08/05/1876
No porque nosotros tengamos gusto en referir sucesos desagradables, sino porque nos creemos en la imprescindible necesidad de que sean conocidos, damos cuenta en este suelto de los hechos más notables que constituyen, puede decirse así, una historia completa de la profesora de primera enseñanza de Arenas del Rey, provincia de Granada; doña Carmen de Guzmán. Nuestro propósito no es hacer comentario alguno a los hechos que copiamos a continuación, limitando nuestras pretensiones a que el Sr. Conde de Toreno y director de Instrucción pública, lean atentamente cuanto decimos, para que en su vista obren como les dicte su conciencia y crean justo. Por nuestra parte dispuestos estamos a rectificar cualquier inexactitud que pueda haber en los datos que siguen, aunque tenemos motivo para creerlos exactísimos. Dicha profesora dirigió, con fecha 24 de Agosto de 1874, una, instancia al señor gobernador suplicándole el pago de sus haberes. Con fecha de 23 de Setiembre inmediato dirigió a la junta provincial de primera enseñanza copia de dos oficios en los que se hacía ver que el alcalde del pueblo se negaba a proporcionarla casa para ella y local para las niñas. El 28 del mismo mes dirigió una instancia, al señor gobernador y otra a la junta provincial acompañando a cada una, una copia, de los oficios del alcalde. Nuevamente se diríje al señor gobernador, en 9 de Febrero de 1875, solicitando el pago de sus haberes y que se obligue á que le proporcione el alcalde casa y local para las niñas. Repítase esta petición por medio de otra instancia en 7 de Marzo siguiente, y como por entonces se anunció una visita de inspección, guardó silencio, esperando que tuviese lugar. En vista de que no se atendían sus reclamaciones y que la visita no tenía lugar, resolvió, en 12 de Setiembre de 1875, como así tuvo lugar, dirigir una comunicación al alcalde de Arenas y copia a la junta provincial dando cuenta de que; en vista de que no tenía local para las nenas ni casa para ella, cerraba la escuela hasta tanto que se Ia proporcionan las dos cosas. En el día 13 del mismo mes dio cuenta de esto al señor gobernador y a la junta per medio de dos instancias a que acompañaba copias del oficio dirigido al alcalde, repitiendo la instancia y copia de la comunicación al alcalde, el 20 del mismo mes. , En 6 de Diciembre de 1875, fue llamada, esta profesora a casa del alcalde, quien la hizo proposiciones que no pudo aceptar. En 6 de Enero de 4876 dirigió una comunicación al alcalde manifestando que estando la escuela cerrada por falta de local y no cobrando, se trasladaba a Jayena donde al lado de su esposo podría vivir únicamente. De esta resolución también dio cuenta a la junta provincial. No contenta con esto, dirigió, con fecha 9 del mismo mes, dos instancias, una al gobernador y otra a la junta provincial dando cuenta de la anterior resolución, y el 13 comunicó esto mismo por medio de un oficio al inspector de la provincia. Ninguno de los anteriores documentos fue contestado; pero el señor rector, oyendo al alcalde, que es vocal y vicepresidente de la junta local, ha suspendido a la Sra. Doña Carmen de Guzmán de empleo y sueldo, nombrando (el alcalde) una profesora interina que tiene casa y local para las niñas. Varias cosas han ocurrido desde que la interina tomó posesión de la escuela, pero lo interesante para nuestro relato es que la profesora continúa suspensa de empleo y sueldo.
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