«¿Quién pollas me iba a decir a mí que por pegarle dos bocados a un kebab me iba a hacer famoso?»
José Ángel vive y trabaja en Cacín, un pueblo con 200 habitantes. En redes sociales tiene dos millones de seguidores. «Ni me lo creo»
En el merendero de Cacín corre una brisa maravillosa. «Aquí te vienes por la noche y necesitas una rebequilla», dice José Ángel Peregrina (28 años), uno de los doscientos vecinos del pueblo. En un rato se va con una cuadrilla a trabajar en una obra. «Tengo dos manos y hay que usarlas». Pero por el momento está con el móvil en las manos, revisando las notificaciones. En redes sociales le siguen dos millones de personas. Dos millones. Esto es, diez mil veces toda la gente de Cacín. Empezó contándole al mundo lo que se iba a merendar y así, con gracejo, simpatía y un corazón enorme, se ganó a toda España. No hay un rincón de España donde no se acerque alguien a saludarle. Y él, El Patica, siempre está operativo.
– ¿Cómo le llaman?
– Me dicen Patica. Pero los que me conocen del pueblo a veces me llaman Joselito.
– ¿De dónde viene lo de El Patica?
– A mi padre le pilló la pierna un tractor, mientras trabajaba, y como en todos los pueblos tenemos motes, el suyo es El Patica. Yo soy el hijo de El Patica. Y ese es mi apodo también en redes sociales, donde llevo ya casi cinco años, que se dice pronto.
– ¿Cómo le ha cambiado la vida?
– En verdad sigo siendo el mismo de siempre, hago cosas diferentes conforme van viniendo, pero me siento muy normal.
– ¿Qué tal la vida en Cacín?
– Es un pueblo muy tranquilo, casi no hay gente. Creo que no llegamos a las doscientas personas. Juventud, eso sí, muy poca. Ahora que estoy todo el día arriba y abajo, me gusta volver. Cuando llego digo ¡uff, qué tranquilidad! Y cuando salgo es ¡uff, qué alboroto todo! En el pueblo estoy en la gloria.
– Viaja usted mucho.
– Sí, pero estoy dos días fuera, tres como mucho. Al tercero ya digo: me quiero ir para el pueblo.
– ¿Viviría en la ciudad?
– Creo que no. Me quedo aquí, a 40 minutos de la capital.
– Pero seguro que en Madrid, donde tiene muchos amigos influencers, le invitan a muchas fiestas y eventos.
– A muchas, pero es que… yo no soy muy compatible con la fiesta, no me va mucho. A la discoteca puedo ir un ratillo, pero no mucho, prefiero ir a un bar a charlar y tomarme una Coca-cola tranquilo.
– ¿Bebe alcohol?
– Bebo poco o nada. A lo mejor un día con los amigos… Pero yo prefiero mi Coca-Cola Zero. O una Radler cuando salimos de tapas.
– ¿Qué opina de esas tapas enormes que se han puesto de moda?
– Opino que la tapa no tiene que ser un tapón súper, súper, súper. Una rebanada de pan, un chorreón de aceite, una rodaja de salchichón o de chorizo y la tapa está apañada. No hace falta más.
«Gano con las redes sociales lo mismo que con el campo»
– ¿A qué se dedica?
– A las redes sociales y al campo. El campo tiene sus temporadas: la almendra, la aceituna… También he ido algunos días a la obra, últimamente. A lo que salga, hay que hacer de todo.
– Desde fuera, parece que tiene una vida idílica de influencer.
– La gente se cree que me estoy forrando porque lo único que ven es lo que sale en el móvil. Se tenían que venir aquí, 24 horas conmigo, ya verás cómo cambiaban los pensamientos. Hay que trabajar, hay que ganarse el pan todos los días. Sea de una cosa, sea de otra.
– ¿Se le hace raro?
– El otro día estuve en un evento de Burger King, con Ceciarmy y Los Colgaos (otros influencers). Y mira que llevo ya cinco años pero me lo sigo preguntando: ¿Qué pinto yo aquí? Algunas veces ni me lo creo...
– ¿Lo nota a fin de mes?
– Tengo colaboraciones pagadas y publicidades, claro que gano. Pero gano con las redes sociales lo mismo que con el campo. En ningún caso me voy a forrar.
– Los niños ahora quieren ser influencers. ¿Qué les dice?
– Que trabajen y que estudien. Y que si en el futuro graban algo y viene la oportunidad de ser conocido y crear contenido, pues estupendo. Pero lo primero es estudiar y trabajar. Como te empeñes en que quieres ser conocido y vivir de las redes sociales, no lo vas a conseguir nunca. ¿Quién pollas me iba a decir a mí que por pegarle dos bocados a un kebab me iba a hacer famoso?
«Como te empeñes en que quieres ser conocido y vivir de las redes sociales, no lo vas a conseguir nunca»
– ¿Cómo lleva la fama?
– Donde pare, me conocen… Lo llevo mejor, pero me da mucha vergüenza. No es lo mismo grabar aquí con mi gente, que estoy tranquilo, que ir por ahí y que te empiece a grabar la gente o te pidan una foto.
– ¿Qué quería ser de niño?
– Quería estudiar hostelería. Me saqué mi graduado y me quería ir a Loja a estudiar, pero mis padres son pensionistas y no había dinero. Me tuve que ir a trabajar para ayudar en casa. Terminé mis estudios con 17 años y al día siguiente estaba cogiendo aceitunas. A las tres semanas me fui a Francia a arreglar una casa. Esa fue la primera vez que salí de España.
– ¿Aficiones?
– A mí lo que me gusta es jugar al pádel. Pero aquí no hay gente con la que jugar, así que normalmente voy a Granada con los amigos. Es mi pasión. Si hubiera alguna escuela cerca o algo, me apuntaría. Me encanta.
– ¿Algo más?
– Me he sacado el carnet y me he comprado una moto. Una Yamaha Tracer. Salgo de ruta con los amigos y, para mí, la moto es el postre: llega el fin de semana, te despejas de todo y arrancas el lunes como nuevo.
– ¿Le gusta el cine?
– No veo mucho, pero me meto tanto en las películas que cuando veo una que me gusta, la tengo que volver a ver.
«Santiago Segura dejó caer que lo mismo podíamos hacer un cameo en Torrente»
– ¿Se imagina dando el salto a la gran pantalla?
– (Ríe) Mira, en los premios de Ceciarmy, Santiago Segura dejó caer que lo mismo podíamos hacer un cameo en Torrente, pero no me han dicho nada. Estaría guapo, ¿eh? (ríe)
– Habla mucho de Ceciarmy, que también es granadino.
– Para mí es como un hermano. Estamos siempre unidos. Los dos hemos tenido problemas de pareja y nos hemos ayudado mucho.
– ¿Soltero, entonces?
– Ahora mismo estoy libre y en la gloria.
– Si no mal recuerdo, estuvo usted en 'First Dates'.
– Sí, hace dos años. La cosa no fue bien, pero fue muy divertido (ríe).
– ¿Quién es el héroe de su vida?
– ¿Quiénes van a ser? ¡Mis padres! Yo siempre he dicho, que lo hermoso que estoy es por ellos. Así que ahora quiero devolverles todo lo que pueda y más. Para ellos más que nadie, siempre operativo.
José E. Cabrero, en el diario IDEAL.