La energía solar salvó a una granja de Los Bermejales durante el apagón nacional

Una explotación ganadera de Arenas del Rey funcionó con normalidad el 28 de abril gracias a su sistema fotovoltaico autónomo.

 Mientras España se sumía en la oscuridad el pasado 28 de abril, en una pequeña explotación ganadera de El Tanguillo, cerca del pantano de los Bermejales, la vida transcurría con total normalidad. Esther Martín y su marido, propietarios de una granja con 240 cabras y 40 ovejas, apenas se percataron del corte eléctrico que afectó a gran parte del país gracias a su sistema de energía solar autosuficiente.

 La historia de su transición hacia la energía solar comenzó hace cuatro años, cuando el destino les jugó una mala pasada. Un grupo electrógeno nuevo, por el que habían pagado 6.000 euros para abastecer tanto la granja como el cortijo anexo, se averió de manera definitiva. Esta zona rural, caracterizada por su aislamiento geográfico, no cuenta con acceso a la red eléctrica convencional, y solicitar un punto de abastecimiento tradicional habría supuesto un desembolso superior a los 15.000 euros.

 Ante esta situación, la pareja tomó una decisión que cambiaría por completo su forma de gestionar la explotación: invertir en energía solar fotovoltaica. La instalación consistió en nueve placas fotovoltaicas situadas estratégicamente en el tejado de la nave principal y un sistema de almacenamiento mediante batería. El coste total de la inversión ascendió a 13.000 euros, IVA incluido.

 Cuatro años después de aquella decisión, Esther Martín no puede estar más satisfecha con los resultados. Su testimonio sobre el apagón del 28 de abril, que sumió en la oscuridad a gran parte del territorio español, resulta especialmente revelador: «Yo me enteré del apagón porque trabajo en ayuda a domicilio y se fue la luz, pero cuando volví a casa todo estaba en orden. Lo único que no funcionaba era la tele», relata con una sonrisa.

 Esta anécdota cobra especial relevancia cuando se considera la importancia vital que tiene el suministro eléctrico para una explotación ganadera como la suya. Para esta familia, un corte prolongado de electricidad no habría sido simplemente una molestia, sino una auténtica catástrofe económica. La electricidad es fundamental para el funcionamiento del pozo de agua que abastece tanto a los animales como a las instalaciones, las máquinas de ordeño que permiten la extracción diaria de leche, y especialmente para mantener operativo el tanque de 1.600 litros que conserva la leche refrigerada a menos de 4 grados centígrados, temperatura indispensable para preservar su calidad y evitar pérdidas económicas significativas.

 «Estamos muy contentos con las placas solares y la batería», subraya la empresaria ganadera, quien no escatima en elogios hacia su sistema de autoconsumo. Los beneficios económicos de la decisión han superado todas sus expectativas iniciales. Mientras que con el anterior grupo electrógeno destinaban mensualmente entre 700 y 800 euros en combustible diésel, la energía solar les proporciona electricidad completamente gratuita una vez amortizada la inversión inicial.

El proceso de instalación corrió a cargo de Voltaje Express, una empresa especializada con sede en Granada, que completó todo el trabajo en un plazo récord de tan solo dos días. La rapidez y eficiencia del montaje permitieron que la explotación no sufriera interrupciones significativas en su actividad diaria.

 Transcurridos cuatro años desde la puesta en marcha del sistema, la instalación solar no solo está completamente amortizada, sino que genera importantes ahorros mensuales. Esta realidad económica, sumada a la tranquilidad de contar con un suministro energético independiente y confiable, ha convertido a Esther en una firme defensora de esta tecnología.

 «Se la recomiendo a todo el mundo», concluye con convicción, consciente de que su experiencia puede servir de ejemplo para otras explotaciones rurales que se encuentren en situaciones similares. Su caso demuestra que la inversión en energía solar fotovoltaica no solo es viable económicamente, sino que puede ser determinante para garantizar la continuidad de actividades productivas en zonas rurales aisladas.

 La experiencia de esta familia granadina durante el apagón nacional pone de manifiesto las ventajas estratégicas del autoconsumo energético, especialmente en un contexto donde la dependencia de las redes eléctricas tradicionales puede representar vulnerabilidades significativas para sectores económicos sensibles como la ganadería.

> Origen de la noticia.

Radio Alhama en Internet
0:00 0:00