Nos escribe Ignacio Molina desde Reino Unido, tras estos días de general dolor por los atentados. Una pequeña y profunda reflexión sobre dios y un poema en consonancia.
Una vez más el terror impregnó nuestras vidas. Conmovidos aún más por haber sucedido ahora a nuestros vecinos los gabachos debemos ser conscientes que no es nada nuevo. En nombre de las distintas religiones y a lo largo de nuestra dilatada historia se han hecho latentes guerras llenas de muerte, dolor e hipocresía. Quizás soy demasiado joven e ingenuo como para opinar de manera tan llana sobre algo tan profundo como son las creencias, sin embargo, hablaré sobre cual son las mías a día de hoy, sigo quizás a un Dios al que buscó toda su vida Juan Ramón Jiménez, "Dios es hoy, para mí, la conversión del hombre en una conciencia justa (...). No hacen falta más templos ni para la Conciencia ni para nada. La Conciencia somos nosotros, los templos somos nosotros, y el universo con nosotros. (...). Dios está dentro de nosotros, en inmanencia absoluta y ninguna verdad es absoluta". Es complejo y sería difícil transversal las creencias del poeta JRJ pero podemos decir que ese dios al que se refiere es causa y fin de la belleza. Y es la Belleza la que realmente a mí me persuade, una Belleza que es una metamorfosis constante en el tiempo, forma, espacio y causa. La Belleza como sinónimo de expresión inequívoca del humano y naturaleza, la Belleza de cualquier tipo de vida o la Belleza en lo inerte siempre llena de libertad y colmada en especial de todo el abanico de emociones. Os dejo este mío y humilde poema que me apeteció compartir con y en mi querida alhama.com. Un abrazo fuerte, hoy desde Leeds.
¡Oh diosa Belleza! Tú que estuviste presente por los siglos de los siglos,
en el árbol, en el trote alegre del niño, en las primaveras del horror
!Oh diosa Belleza¡ Tú que estuviste residente en los años de los años,
en la piedra, en el murmullo del pájaro, en los rostros del miedo
¡Oh diosa Belleza! Tú que caminas perenne, vestida de dolor y alegría
mostrándome cuál vereda vigente donde poder camuflar mi vida.
¡Oh diosa Belleza! Tú que opinas siempre con pentagramas, pincel o poesía
y portas la emoción pues sirvan las artes frente a la sangre de la ira.