Somos fruto de la ignorancia y somos fruto del determinismo histórico como país. El reflejo nítido del borrego. El cielo hoy triste, oscuro como nuestros políticos, como nuestra televisión, como nuestra idiosincrasia colmada de canallas. Destaca la excelente cualidad para encasillar, el competir insanamente, el odio al vecino, la envidia al hábil, la venganza al que se equivocó. Corren tiempos cada vez más desalentadores, nos incitan a coger las maletas, nos forman para no pensar, predomina lo inútil, se rompe con la tradición, se desvalora al ingenio, se hunde al provechoso o se premia al que posa. Me entristece esta época que me ha tocado, el populismo infundado, el abrazo a lo insustancial bien simbolizado viendo a Belén Esteban siendo la que más libros vende, a Kiko Rivera el que más discos difunde o los jóvenes indignados porque les quiten su programa de mujeres, hombres y viceversa "por un pequeño accidente de un avión y además en Francia". ¡Sálvese quien pueda!
"Rimando por la impotencia"
Pesa más el pose de cámara
Palabras quedan en la esquina
Dime qué sustenta mi época
Ignorante país de pegatinas
Las uves dobles más que informar
Forman la no personalidad
Multiplicándose los borregos
Intoxicada la red y verdad
En la primavera del inútil
Flotando la madera inerte
Oxidado brillo ilustrado
Agota el querer conocerte
Me ataca impasible tristeza
Me escondo tras oscuras mantas
Bombillas de ingenio optimismo
Rajadas y fusilan las ratas
Como encontrar mi vereda
Predomina envidia y venganza
La cooperación de Sanpedro
Mutilada en polvo mi raza
No me quejo por vacas flacas
Si la actitud de mi España
Agrada olor al infierno
¡Quitémonos ya las lagañas!
Bañándonos con la banalidad
Y nos secamos con su resaca
Viceversa mujeres y hombres
El caballo se convierte jaca
Forofos de la política
Mochileros adictos al poder
Prediquen ustedes el ejemplo
¿De verdad queréis el sol nacer?
Invocando al dios Mandela
Utilicen bien la bondad
Construyan juntos el futuro.
¡Corruptos apartarlos ya!
Quemar el póker de panfletos
Propaganda y publicidad
Tomen ya por fin las riendas
¡O se pudrirá el bienestar!