Las "máquinicas" han desplazado casi por completo al libro como regalo navideño. Sin embargo, como dice Jordi Sierra i Fabra "un libro es como un disco, una película, un video o un juego: pura evasión".
Cuando yo era niño no existía Papa Noel. Sólo creía a pie juntillas en los Reyes Magos, aunque nunca los ví desfilar desde la Joya a al Placeta, sencillamente porque el ayuntamiento no estaba para cabalgatas. Creía en ellos porque me lo habían dicho mis padres y porque todas las noches del 4 de enero colocaba sin falta mis zapatos junto al balcón. No faltaban a su lado unos pocos mantecados de esos que se pegaban al cielo de la boca y una copita de anís. Tenían que reponer fuerzas pues no era fácil repartir los regalos a todos los niños de Alhama. Y porque en ellos depositaban sencillos regalos que nos hacían sentirnos los niños más felices del mundo pues sabíamos de buena tinta que algunos niños de nuestra edad no recibían absolutamente nada. Mis Reyes eran muy prácticos pues las más de las veces solían consisitir en unos sencillos calcetines u otras prendas de vestir, una caja de colores Alpino y poco más. Eso sí con el tiempo comencé a recibir mis primeros tebeos y otros libros de aventuras.
Y ahora me alegro. Pues siempre he reconocido que mi afición por la lectura nació, con toda seguridad, con aquellos sencillos tebeos de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Carpanta,... a las que siguieron las aventuras del Capitán Trueno, El Jabato y Los 4 Fantásticos que me abrieron las puertas a las apasionantes aventuras de Julio Verne, Emilio Salgari o Stevenson. Con ellos soñé y disfruté. Y sin darme cuenta con ellos amplié mi vocabulario y aprendíz ortografía. Por ello, me entristece saber que los niños de ahora -en su mayoría- sólo piden juegos electrónicos, prefieren dedicar horas y horas a contemplar pasivamente dibujos animados y casi nunca leen. Y lo peor los padres sus mejores cómplices pues sólo quieren niños que no den la lata y que continuamente estén absorbidos por la imagen. Por si alguien lo duda el último premio nacional de literatura infantil y juvenil, Jordi Sierra i Fabra, incluye en su libro-manual "La página escrita" (2006) un magnífico decálogo sobre la importancia de la lectura y de su proceso creador:
DECÁLOGO DE JORDI SIERRA i FABRA SOBRE LOS LIBROS Y LA LECTURA
1. El libro, lo mismo que el arte en general, ha de estar presente de forma natural y habitual en la vida de los jóvenes.
2. El libro no es un patrimonio exclusivamente cultural, sino un elemente más de entretenimiento en un mundo abierto cada día a más opciones de ocio global.
3. Un libro es como un disco, una película, un video o un juego: pura evasión.
4. La biblioteca es el mayor salón de juegos (gratuito) del mundo, y hay siempre una más o menos cerca de ti.
5. Leer nos hace independientes, nos da personalidad, poden fuerza, ideas propias, nos diferencia de los demás.
6. Leer es la principal llave de esa puerta llamada libertad.
7. Leer es la única droga que de verdad nos abre la mente, nos da luz y nos cambia.
8. Al leer, al sentir, recordamos que estamos vivos, y que esto es un privilegio,
9. Cuando el mundo intenta darnos alcance y asqueamos, leer es lo único que nos devuelve a nuestra condición humana,
10. Leer es como hacer el amor: estás tú y el libro, solos, compartiéndolo todo.
¡Ojalá estas sencillas pero sentidas palabras sirviesen para que al menos un niño o una niña recibiera entre otros regalos un precioso libro!
Por si no sabe cuál elegir le recomendamos visitar alguno de estos enlaces:
- FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ
- SERVICIO DE ORIENTACIÓN DE LA LECTURA (SOL)
- BIBLIOTECA GRUPO SM
- LA FAMILIA LECTORA