Un grupo de mayores de Alhama de Granada inició anoche un encierro en el Centro de Día del municipio para evitar su desalojo, después de que la Delegación de Bienestar Social decretase el cierre del edificio por vacaciones, algo que los ancianos creen que se hará para demolerlo.
Según ha informado a Efe el presidente del Centro de Día, José Francisco Cabezas, la protesta la iniciaron ayer ya que interpretan que cuando abandonen el centro no volverán porque será derribado, algo a lo que no están dispuestos: "Queremos mantenernos en el mismo sitio o que nos aseguren que volveremos tras hacerle una remodelación".
Cabezas ha exigido al alcalde del municipio, el socialista Francisco Escobedo, y a la Delegación de Bienestar Social que reparen los problemas de infraestructura que pueda tener el inmueble y ha mostrado el desacuerdo de los usuarios del centro, un centenar al día, para trasladarse al lugar alternativo propuesto por las autoridades.
Según Cabezas, la alternativa cuenta con dos plantas y es un inmueble "viejo y húmedo", mientras que el actual sólo posee una planta baja, que no les obliga a tener que subir escaleras, y además "tiene muchas ventanas, más ventilación e iluminación". La Junta de Gobierno del Centro de Día, que se reunirá para determinar si mantiene el encierro, se ha ofrecido a la Delegación de Bienestar Social para encargarse del edificio durante el periodo vacacional comunicado por la Junta.
La portavoz del grupo municipal de IU en el consistorio, Lola Maiztegui, ha asegurado a Efe que la polémica se debe a que el PGOU del municipio, aún por aprobar, prevé la realización en la zona de un PEPRI que contempla un paseo que comunique el pueblo con el balneario, para lo que sería necesario el derribo del actual centro de día y que en 28 años que ha permanecido abierto "nunca se ha decretado un periodo vacacional".
Garantizar la seguridad
Por su parte, la concejal de Bienestar Social del consistorio alhameño, Sonia Jiménez (PSOE), ha dicho a Efe que el desalojo se va a producir debido a los informes técnicos de arquitectos que lo aconsejan para garantizar la seguridad de los mayores. "Podríamos haberlos dejado en la calle, pero hemos habilitado otro edificio para que puedan seguir con su actividad", ha señalado Jiménez, quien ha reconocido que pese a que la alternativa cuenta con dos plantas también tendrá ascensor, aunque para determinadas actividades, como la gimnasia, los usuarios deberían trasladarse a otras instalaciones municipales.
La voluntad de las instituciones, según la edil, es la de construir el nuevo centro de día en su ubicación actual, aunque serán los informes técnicos los que, en última instancia, determinen si este debe ser demolido por completo o si en la zona puede levantarse otro inmueble. La delegada de Bienestar Social, Magdalena Sánchez, visitará mañana a los ancianos que permanecen encerrados y a los que el Ayuntamiento del municipio ha facilitado comida caliente durante su protesta.