Se cumple una año del incendio en el que falleció el pequeño Mirko



Ahora se cumple un año de la muerte del pequeño Mirko, cuando un incendio declarado en la vivienda acabó con su corta vida de apenas diez meses que no llegó cumplir.


 Aquel día 13 de diciembre de 2007 era jueves, Rosario y Mercedes estaban limpiando en la planta baja de su casa de Alhama, situada junto al convento de San Diego, cuando notaron que había humo. Habían dejado al abuelo, Juan Luis, en la planta de arriba junto a un brasero 'casero' y una olla de cocinar en la que habían puesto leña. El hombre, de 87 años, estaba sentado en su silla de ruedas junto a la mesa de camilla, al lado del parque donde jugaba tranquilo el hijo de Mercedes, la mujer boliviana que habitualmente cuidaba del anciano. El frío había arreciado y era el primer día que encendían el brasero para que no pasaran frío el pequeño Mirko, de sólo nueve meses, y el abuelo Juan Luis. Pero una chispa originó un incendio que acabó con la vida del bebé en cuestión de minutos y que a punto estuvo de acabar también con Juan Luis, que permaneció un tiempo hospitalzado por este motivo

 No eran las doce de la mañana cuando las dos mujeres se dieron cuenta de que en la planta de arriba había humo. Charo Márquez, de 47 años, y Mercedes Salguero, la joven boliviana de 22, subieron rápidamente a la planta superior donde se encontraron un espectáculo impresionante. Alguna chispa del brasero debió prender la falda de la mesa de camilla y se propagó rápidamente por toda la estancia. Todo estaba envuelto en llamas y el humo impedía respirar. Mercedes salió a la calle reclamando ayuda a gritos mientras Rosario tiró a su padre de la silla de ruedas para sacarlo de allí a rastras. El pequeño Mirko ya había muerto asfixiado.

 Ante la precariedad económica de la familia el ayuntamiento de Alhama corrió con los gastos de la lápida y el nicho, mientras un particular pagó el entierro.

 La tumba donde reposa el pequeño Mirko, un año después
In memoriam Mirko Jhamil Quiroz Salguero

 Un año después la familia de Mirko ya no vive en Alhama, rehicieron su vida en otros lugares. Nosotros hicimos una visita al cementerio, donde un nicho de lápida blanco y letras doradas, camufladas entre flores de diferentes días, nos hace volver al recuerdo de estos tristes acontecimientos cuando leemos su nombre.

 En un recuadro de esta página tienen las noticias relacionadas con este trágico acontecimiento.

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