El secreto del ibérico al descubierto

 Muy buena respuesta a la I Jornada del Ibérico organizada el pasado sábado, 2 de marzo, por el restaurante asador Pato Loco.

 Un poco antes de la hora prevista para el inicio de esta jornada gastronómica, la una de la tarde, llegábamos al Pato Loco, constatando que no éramos los primeros, sino que ya había gente esperando en la barra a que diese comienzo la primera Jornada Gastronómica en la que íbamos a tener la oportunidad de probar el vino ecológico “Viña Currilla” y productos de cerdo ibérico de la ganadería de Javier Martín.

 Enseguida fuimos recibidos por Sonia Jiménez y Javier Sanz que nos dieron la bienvenida, con su característica simpatía y cordialidad, junto a la zona adyacente a la barra, que no tardó en llenarse con toda la gente que había reservado mesa para esta jornada, ocupando los dos salones que tiene el establecimiento en su planta baja.

 Unos minutos después empezó la degustación de los magníficos productos de Javier Martín y las variedades del vino ecológico “Viña Currilla”, empresa familiar alhameña, propiedad de Antonio Molina y Juan Miguel Molina, padre e hijo que nos comentaron que el vino lo hacen ellos dos, con las variedades de uva Perruna, Rome y Jerezana, de cultivo tradicional en Alhama. Los vinos elaborados de manera artesanal y ecológica son jóvenes, afrutados, con intenso sabor a uva, en la variedad más dulce y con un cierto toque seco muy agradable en la otra variedad; los dos excelentes, en cualquier caso.

		En palabras del camarero que nos sirvió en la mesa; “Iniciativas como esta que dan a conocer a Alhama y dan trabajo es lo que hace falta”.

 Vinos, por tanto, perfectos para combinar con las delicias ibéricas (chorizo, salchichón, caña de lomo, lonchitas de tocino entreverado y diversos patés) que dos camareros y tres camareras, a los que ayudaba Javier Sanz, ofrecían a los presentes, junto a copas de vino y distintos tipos de pan.

 Debo reconocer que entre trago y trago y bocado y bocado me paseaba entre los presentes, conversando con unos y escuchando a otros, así como al descuido; pretendía obtener una visión lo más amplia posible de la opinión de los asistentes y debo decir que todos los comentarios fueron elogiosos para lo comido y lo bebido.

 Las palabras de bienvenida y presentación de sus productos que debían dirigir Juan Miguel, de “Viña Currilla” y el ganadero de cerdos ibéricos Javier Martín tuvieron que suspenderse por la ausencia de este último, al que compromisos de última hora no permitieron acudir al acto.

 Y llegó la hora de dirigirse a la mesa a dar cuenta de los platos que para la ocasión se habían preparado. El arroz meloso, con ibérico y langostinos gustó a dos de mis acompañantes, yo me decidí por las morillas con sacramentos (chorizo, morcilla y tocino) que me resultaron excelentes y los huevos rotos, huevos fritos con patatas “a lo pobre” y lonchas de jamón hicieron las delicias de otro de mis acompañantes.

 Los segundos, medallones de solomillo, la presa y el secreto ibéricos, también estuvieron a la altura de lo esperado, cumpliendo las expectativas, que eran altas, sobradamente. Los postres, requesón natural o pudín de almendra casero fueron el remate idóneo para una jornada que resultó magnífica desde el primer al último momento.

 En palabras del camarero que nos sirvió en la mesa; “Iniciativas como esta que dan a conocer a Alhama y dan trabajo es lo que hace falta”.

 En cuanto al secreto del ibérico que hemos descubierto, no es otro que el trabajo, la ilusión y el esfuerzo de la gente realmente emprendedora como los responsables del Pato Loco, Antonio y Juan Miguel Molina, de “Viña Currilla” y Javier Martín, ganadero de cerdos ibéricos a los que no cabe si no felicitar por esta primera Jornada Gastronómica y por toda su actividad profesional que, no me cabe duda, proporciona beneficios a nuestra Comarca de Alhama. También es de justicia reconocer el esfuerzo y la profesionalidad de todo el personal del Pato Loco, cuya amabilidad y trato exquisito tanto contribuyeron al éxito del evento.