Los 40 años de “El Gallo”, pese a la transición de lo analógico a lo digital, aguantando el tipo

La nostalgia, el encuentro y la fiesta, acompañados de un buen ambiente, fueron los protagonistas en el aniversario organizado en este bar-cafetería que fuera todo un referente de salón recreativo.

 Si, como decía la canción; “El vídeo mató a la estrella de la radio”, los juegos digitales, primero en videoconsola y después en el propio teléfono móvil, hace ya que dejaran de ser centro de encuentro los salones recreativos, que, en nuestro caso, se tenía como referencia el salón recreativo “El Gallo”, como anteriormente lo fuera los billares de Gregorio en el paseo. Ya no se queda con los colegas en un sitio a cierta hora, ya las quedadas se hacen vía móvil y, normalmente, en pub o alrededores, después de haber estado jugando en solitario o compartido vía internet con algún amigo, o en las plataformas que hay el efecto.

 Atrás quedaron los años de las vueltas y revueltas por el Paseo del Cisne, en los billares o en el salón recreativo, pero han sido varias las generaciones partícipes de la transición del ocio, y en este salón recreativo se pasaron muy buenos encuentros y ratos, y eso, después de cuarenta años, es lo que se ha querido recordar y conmemorar, con el mérito añadido de un establecimiento que lleva cuatro décadas en la brecha pese a las vicisitudes encontradas a lo largo de este camino.

 A José Benítez, su titular, quiso que esta fecha no pasara por alto y, en contacto con amigos de toda la vida, además de sus hijos, prepararon la celebración para este pasado sábado 18 de mayo de 2024, y así, desde por la mañana ya empezó la convivencia de los músicos que quisieron amenizar el evento preparando el sonido y las típicas pruebas previas a los conciertos, donde para esta ocasión se volvieron a juntar diferentes grupos de tres generaciones desde los más pequeños hasta los veteranos como Indalecio, Manolo Franco y Pepe Pérez. Y que mejor muestra para conmemorar este evento ya que, casualmente y de forma anecdótica, fue precisamente Indalecio el primer cliente que tomó su primer sorbo en El Gallo como nos contaba en esta tertulia. Tres generaciones que han vivido de una u otra forma los cuarenta años de este negocio Alhameño. Desde su salón recreativo, sus típicas patatas con una mahonesa especial (que sigue sin darnos la receta) en un negocio que además de haber acogido varias generaciones ha creado una familia. 

 Desde las cuatro y media de la tarde que se abrieron las puertas al público empezaron a llegar amigos, conocidos, clientes e incluso gente de fuera que se encontró con el evento y se acoplaron a él como uno más, y como siempre, bien recibidos. Incluso alguno comentaba que si esto era todos los sábados. 

 En las actuaciones comenzaron los más veteranos a amenizar la fiesta con música que nos trasladó hasta los años 70, poniendo una perfecta banda sonora a la primera hora de la tarde donde la gente, no solo bailaba sino recordaba anécdotas de la época vividas en ese preciso local. A continuación, fueron los más pequeños músicos que quisieron participar en el acto, interpretando de forma magistral temas con vientos y percusión que se prepararon con gran ilusión ante sus familiares y el numeroso público que disfrutó de estos chavales, que, mostraron, una vez más, que la música en directo tiene larga vida si motivamos a estas generaciones. Fueron María Escañuela, Manuel Álvarez y Gonzalo Maldonado que tocaron en el local donde sus padres pasaron tantos momentos a la edad de ellos. 

 Entre actuaciones siempre se recordaban anécdotas de este local y fue el grupo de músicos alhameños compuesto por Javi Castañeda, Manolo Franco (padre), Manolo Franco (hijo), Miguel Ruiz y José El Gallo (hijo) los que pocos días antes del evento se juntaron para participar en este acto con música pop y rock de los años 80 y 90 dando muestra de la calidad musical de los músicos alhameños con un concierto, animado y emotivo. 

 Ya eran pasadas las diez de la noche y, tras el último concierto programado, fueron de nuevo los veteranos los que decidieron continuar con la actuación debido al buen ambiente y ganas de baile que había en el local. Entre tanto, y por supuesto, cantar cumpleaños feliz al Gallo, se le entregó un cuadro en recuerdo y agradecimiento a José Benítez (El Gallo) que pintó la artista alhameña María del Mar Gálvez y, a partir de ahí, y como decía la gente “esque estamos mu agusto”, pues continuó la fiesta hasta que el cuerpo y el gallo aguantó el tirón.

 En definitiva, una jornada de aniversario que dejó al público con muy buen sabor de boca y sobre todo ganas de repetir. Y que sean por muños años más. Un local que ha destacado por su constancia perseverancia.

Enhorabuena José y Familia.

Imágenes de este día

Vídeo de la entrega del cuadro