Con esta acción formativa, la Agencia Provincial de la Energía pretende aportar soluciones a las problemáticas derivadas del uso de maquinaria agrícola y sus elevados consumos.
Cuarenta profesionales del sector participan en un curso de la Diputación sobre sostenibilidad en explotaciones agroganaderas.
La Agencia Provincial de la Energía celebra hasta el 28 de marzo, en el marco del proyecto Granada Toda Solar, el curso Sostenibilidad energética en explotaciones agroganaderas, en el que participan 40 profesionales del sector agroganadero y cuyo objetivo, es “dar soluciones a las problemáticas derivadas del uso de maquinaria agrícola y sus elevados consumos”, según el vicepresidente segundo de la Diputación de Granada, Julio Bernardo.
Además, se pretende “ofrecer al alumnado los conocimientos adecuados para llevar a cabo una gestión más eficiente en el desarrollo de su profesión”, de acuerdo con Bernardo, quien ha señalado que “aún queda mucho que hacer” en este sentido, lo que constituye una de las razones por las que se celebra el citado curso.
Así las cosas, la provincia de Granada cuenta con cerca de 82.000 hectáreas dedicadas a la producción ecológica, lo que representa el 10,25% de las 800.000 existentes en el conjunto de Andalucía. Llevar a cabo una agricultura de conservación, sin apenas laboreo, implica tanto ahorro energético, derivado de la disminución drástica del uso de maquinaria, como beneficios en el entorno natural, ya que el suelo queda protegido de la erosión al no retirar los restos de la cosecha anterior. Este hecho favorece a su vez el establecimiento de diferentes especies y contribuye al aumento de la biodiversidad.
Además, el empleo de técnicas conservacionistas supone un aumento de la rentabilidad económica en comparación con la agricultura convencional, que requiere grandes inversiones en adquisición y mantenimiento de maquinaria agrícola. Así, por ejemplo, un sistema de cubiertas vegetales entre las filas de olivos permitiría ahorrar entre 20 y 35 litros de gasóleo por hectárea y año.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), unas prácticas mínimas de laboreo, dejando sobre el suelo cobertura vegetal permanente entre siembras, reducen hasta un 90% la erosión, lo que representa un beneficio directo a la calidad de las aguas superficiales e incrementa la capacidad de retención de carbono en el suelo.
Con el curso Sostenibilidad energética en explotaciones agroganaderas, finalizarán las acciones formativas impartidas por la Diputación de Granada a través del proyecto Granada Toda Solar en materia de agricultura y ganadería, sectores estratégicos en la provincia y que requieren de medidas innovadoras para adaptarse a la situación actual. En este sentido, anteriormente se han celebrado Cálculo de soluciones energéticas sostenibles en el ámbito de las explotaciones agroganaderas y Auditorías energéticas en explotaciones agroganaderas.
La Agencia Provincial de la Energía celebra hasta el 28 de marzo, en el marco del proyecto Granada Toda Solar, el curso Sostenibilidad energética en explotaciones agroganaderas, en el que participan 40 profesionales del sector agroganadero y cuyo objetivo, es “dar soluciones a las problemáticas derivadas del uso de maquinaria agrícola y sus elevados consumos”, según el vicepresidente segundo de la Diputación de Granada, Julio Bernardo.
Además, se pretende “ofrecer al alumnado los conocimientos adecuados para llevar a cabo una gestión más eficiente en el desarrollo de su profesión”, de acuerdo con Bernardo, quien ha señalado que “aún queda mucho que hacer” en este sentido, lo que constituye una de las razones por las que se celebra el citado curso.
Así las cosas, la provincia de Granada cuenta con cerca de 82.000 hectáreas dedicadas a la producción ecológica, lo que representa el 10,25% de las 800.000 existentes en el conjunto de Andalucía. Llevar a cabo una agricultura de conservación, sin apenas laboreo, implica tanto ahorro energético, derivado de la disminución drástica del uso de maquinaria, como beneficios en el entorno natural, ya que el suelo queda protegido de la erosión al no retirar los restos de la cosecha anterior. Este hecho favorece a su vez el establecimiento de diferentes especies y contribuye al aumento de la biodiversidad.
Además, el empleo de técnicas conservacionistas supone un aumento de la rentabilidad económica en comparación con la agricultura convencional, que requiere grandes inversiones en adquisición y mantenimiento de maquinaria agrícola. Así, por ejemplo, un sistema de cubiertas vegetales entre las filas de olivos permitiría ahorrar entre 20 y 35 litros de gasóleo por hectárea y año.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), unas prácticas mínimas de laboreo, dejando sobre el suelo cobertura vegetal permanente entre siembras, reducen hasta un 90% la erosión, lo que representa un beneficio directo a la calidad de las aguas superficiales e incrementa la capacidad de retención de carbono en el suelo.
Con el curso Sostenibilidad energética en explotaciones agroganaderas, finalizarán las acciones formativas impartidas por la Diputación de Granada a través del proyecto Granada Toda Solar en materia de agricultura y ganadería, sectores estratégicos en la provincia y que requieren de medidas innovadoras para adaptarse a la situación actual. En este sentido, anteriormente se han celebrado Cálculo de soluciones energéticas sostenibles en el ámbito de las explotaciones agroganaderas y Auditorías energéticas en explotaciones agroganaderas.