Habían transcurrido ya más de cinco siglos de nuestros romances y jamás le habíamos manifestado, como correspondía y sigue correspondiendo, la enorme gratitud que los alhameños de todas estas centurias les debemos a ambos y, muy en especial, al “¡Ay de mí Alhama!”.
Por ello en aquel año, 1997, 9 de agosto, en alguna medida, nos sentimos muy gozosos al ver que Alhama, dentro de sus posibilidades, quería reconocer y reconocía, ya que pagar es imposible por lo elevadísimo de la misma, tan histórica y hermosa deuda.
Tan sólo el “¡Ay de mi Alhama!”, ahora en estas décadas que tanto se habla por todos lados de campañas de publicidad e imagen que hay que llevar a cabo para dar a conocer y promocionar cosas y lugares, ha dado positivamente más renombre y atractivo histórico y literario a nuestra ciudad que cualquier otro hecho o acontecimiento.
¿Cuántas y cuántas ciudades y tierras nos han envidiado a lo largo de estos últimos cinco siglos, y muchas siguen haciéndolo, porque los romances distinguieron a Alhama de la bella e inigualable forma que lo hicieron? Recordemos, por ejemplo, un que otro caso de concretas poblaciones, españolas y portuguesas, en las que se han dado interpretaciones de romances de muy diversa forma y alguno de los alhameños no faltaba jamás.
Miles y miles de personas, generaciones enteras siglo tras siglo, millones de seres humanos de todos los continentes en el transcurrir de más de quinientos años, tuvieron noticia y siguen teniéndola hoy día de la existencia de Alhama por medio de nuestros romances y, con ello, sobre todo y más en concreto, con el “¡Ay de mi Alhama!”, han cantado y bailado, han vivido momentos inolvidables y emotivamente deliciosos.
Y a pesar de todo esto, nosotros, los alhameños, como pueblo, no les hemos dado el reconocimiento que les era debido. Sí, sentimos, si se quiere afecto por ellos, y en algunos casos ese sentimiento era enorme y elevado, pero jamás, que sepamos, nos habíamos reunido para expresarles directamente a ellos, a los romances, todos a una, como en cualquier ocasión hubiese correspondido y sido oportuno.
Ahora, por fortuna, en nuestra Plaza Real o de los Presos, la que ha sido singular testigo del vivir y del acontecer alhameño de estos últimos cinco siglos, lo hicimos y no sólo en aquella ocasión, en veinticinco más -ya que en dos ocasión por circunstancias ineludibles no pudo ser-Y lo hemos vivido y lo vamos a hacer resaltando el “¡Ay de mi Alhama¡” y el “Moro alcaide, moro alcaide”, como algo propio de nuestro ser y de nuestro espíritu de alhameños por nacimiento o afecto a esta ciudad, comarca y tierra.
He aprendido y sentido a lo largo de toda mi vida que cuando las personas pueden sentirse más dichosas es en aquellos momentos que manifiestan, sincero amor, justa gratitud y desinteresado reconocimiento. Aquí, en el sentido que hablamos, se ha dado y se ha de seguir dando todo esto porque cuando ello lo expresamos a las cosas esenciales e inequívocamente alhameñas, se lo estamos haciendo a la misma Alhama, a esta realidad que está muy por encima de ciertas pequeñeces y de ridículas situaciones y actitudes, en ocasiones jocosas y, en otras, tristemente lamentables.
Que jamás puedan decirnos a los alhameños, en cierta ocasión hace muchos años apuntó alguien, que una de las suertes del “¡Ay de mí Alhama!” era el hecho de ser de autor anónimo, ya que de haberse sabido el nombre del mismo y de ser este español, hubiésemos llegado a minimizar el romance por no destacar a nuestro compatriota.
Por ello, desde aquí, una vez más, desde la Alhama noble y agradecida, allí donde se encuentre, comenzando por el propio espíritu que dejó impregnado en su romance, nuestro reconocimiento y gratitud imperecedera, haciéndolo en nombre de los alhameños de hoy, de los de los últimos quinientos y pico años y de los de siempre.
Así, éstas anuales Veladas “Alhama , Ciudad de los Romances” son, sobre todo, una forma de aunar nuestro sentimiento de alhameños de y para siempre, reencontrándonos con lo mejor de nuestra historia para tomar un nuevo y renovador impulso que abra nuevas y fructíferas sendas, tanto en lo material como en lo espiritual, a toda nuestra ciudad. De ahí ese “Invitado de Honor” de verdadero lujo, como persona y como alhameños, único y elevado en sus pensamientos y calidad como persona y poeta, Manuel Juan García-Calvo Ruiz. Y sé de quién hablo y tengo el honor de compartir amistad desde que fuimos compañeros de Bachillerato. Sí, antes de que lo diga él lo digo yo: Sacaba peores notas que él, era uno o el mejor de la clase. La verdad es que saqué un Bachillerato Elemental lamentable y él extraordinario.
En estos días, como vengo haciendo, bien por medio de la edición de libros cada año o, al menos, de artículos, intentaremos colaborar con el Patronato de Estudios Alhameños, como miembro que soy del mismo, entidad que viene organizando la Veladas y al que pertenece, la que cuenta con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento y esta misma publicación, Alhama Comunicación, agradeciendo a los miembros del Patronato, comenzando por su presidente, Raúl Gálvez Morales, su nuevo logro con una edición de la Velada. Y, como jamás me han dolido prendas para reconocer a cuantos se entregan por Alhama, en este caso mi especial recuerdo de gratitud hacia aquella eficaz teniente-alcalde de Cultura que fue María José López Muñoz y a las que le sucedieron, Sandra García Martín y Sonia Jiménez Quintana, por la colaboración que siempre prestaron para que cada edición de la Velada fuese lo que deseábamos todos, un éxito para Alhama y un placer para los alhameños y visitantes. Justo es también recordar a los alcaldes que nos animaron y apoyaron en la terea, cronológicamente, José Fernando Molina López, Francisco Escobedo Valenzuela y el actual Jesús Ubiña Olmos, cuanto colaborasteis aquí está en estas XXVII ediciones de historia. En especial, en esta ocasión, A María José López que aceptó inmediatamente la propuesta y se puso en marcha sin la menor dilación aquél mismo verano de 1997.
¡Alhameño¡ ¡Residente en nuestra Comarca! ¡Amigo de Alhama! ¡Amigo y lector!, acepta la invitación conjunta de Ayuntamiento, Patronato de Estudios Alhameños y Alhama Comunicación y acude a la XXVII Velada Alhama, Ciudad de los Romances”, en el singular marco de la Plaza Real o de los Presos, el próximo sábado, a las nueve y treinta de la noche, te aseguro que será algo nuevo y singular para ti.