Enrique Ángel Martín Puerta, párroco de Alhama, celebró sus 25 años de sacerdote



 Con una eucaristía solemne celebró el párroco de Alhama de Granada los 25 años de su consagración como sacerdote.



 En la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación el pasado domingo 16 de agosto Enrique recordó ese día especialísimo, 15 de agosto de 1990, en el que dijo sí a su vocación y se consagró como sacerdote.

 En la eucaristía estuvo acompañado del coadjutor de Alhama, Víctor Manuel Valero Mesa, así como de otros sacerdotes que quisieron acompañar a Enrique en esa celebración tan especial.

 Recordó el párroco de Alhama todos los pueblos en los que había ejercido el sacerdocio antes de llegar a Alhama y, sobre todo, recalcó la importancia que para él supone el sacerdocio, ya que sin curas no habría ni eucaristía ni sacramentos.

 Durante toda la misa, que fue cantada en todas sus partes, fue visible la emoción que Enrique experimentaba por celebrar esas bodas de plata de sacerdocio y por verse rodeado y arropado por multitud de amigos que quisieron compartir con él esos momentos tan especiales y significativos.

 Cabe destacar también la especial aportación de la soprano alhameña Isabel Guerrero Martínez, que desde el púlpito elevó sus plegarias cantadas de una manera extraordinaria, con su voz privilegiada y su exquisita sensibilidad.

 Terminada la ceremonia religiosa algunos fieles le obsequiaron con una placa conmemorativa, así como el alcalde de Alhama que le hizo entrega de un detalle, para después, amigos y acompañantes, compartir un refrigerio preparado para esta celebración.

 

Palabras de Enrique Ángel Martín Puerta

 El día 15 de Agosto se cumplieron 25 años de mi ordenación sacerdotal. Con este motivo le he querido dar gracias a Dios porque ha sido él quien me ha llamado y me ha mantenido durante todo este tiempo al servicio de su Iglesia celebrando los sacramentos, predicando la palabra y llevando a todos el consuelo de la fe.

 Me vienen muchos recuerdos a la mente. Porque me costó mucho decidirme a dar el paso de entrar al seminario. Yo me sentía muy poca cosa, alguien incapaz de representar a Jesucristo en medio de la comunidad cristiana, un pobre pecador que no tenía nada que aportar a la vida de la Iglesia. Pero Dios se empeñó conmigo y no pude resistirme. Así fue cómo en el año 1983 entré en el seminario mayor de Granada para comenzar mi preparación al sacerdocio.

 La vida del seminario fue dura, hubo momentos en los que pensaba que no era eso lo que Dios quería de mí, pasé por momentos de crisis que fui superando. Allí tuve siempre un gran apoyo en la persona de Don Eutimio, un sacerdote operario que murió hace ya unos años y al que considero como un padre espiritual para mí. A él, entre otros, le debo mi sacerdocio.

 El 15 de Agosto de 1990 llegó el momento que tanto había esperado. Recibí la ordenación sacerdotal y cada instante de aquella celebración quedó marcado en mi memoria. Al salir de la catedral ya era sacerdote. El 17 celebré mi primera misa en la parroquia de Dúrcal acompañado por mi familia y por una multitud de amigos.

 El Señor me ha llevado a ejercer mi ministerio sacerdotal por distintos lugares de la diócesis.

 Comencé siendo coadjutor de mi propio pueblo, Dúrcal, durante un año y atendí también las parroquias de Nigüelas, Acequias y Murchas. Después fui destinado a Otívar, Jete y Lentegí, durante los años 1991 a 1998. En 1998 me destinaron a las parroquias de Alomartes, Tocón y Brácana hasta 2003. En 2003 atendí la parroquia del Espíritu Santo en Granada durante los meses de Mayo a Agosto y el 14 de septiembre de 2003 comencé una nueva etapa en los pueblos de Pinos del Valle, Restábal, Béznar e Ízbor. Más tarde en 2009 me añadieron las parroquias de Talará, Chite y Mondújar. En Septiembre de 2010 me destinaron a Alhama donde actualmente sigo ejerciendo mi sacerdocio.

 Todo este tiempo, con sus luces y sus sombras ha sido para mí una experiencia de la cercanía del Señor que me va formando como persona y como sacerdote con su extraordinaria pedagogía. Por eso le doy gracias a Dios por todo lo que ha hecho por mí en estos años.

Enrique A. Martín Puerta. Párroco de Alhama.

 

Imágenes de la ceremonia















































Redacción gráfica: Pablo Ruiz