Una lluvia caprichosa provocó que el Vía Crucis se celebrara en el interior de la Parroquia de la Encarnación por segunda vez en tres años.
14/04/2006.- Después de una Semana Santa donde el Sol y temperaturas primaverales han hecho acto de presencia, las horas vespertinas del Viernes Santo se deslucieron por el mal tiempo, lo que provocó la suspensión del tradicional Vía Crucis-procesión del Crucificado. Ya desde primera hora de la tarde del viernes se temió lo peor, puesto que las nubes encapotaron rápidamente el cielo alhameño y amenazaban con soltar su carga en poco tiempo, como así fue.
No obstante, la Hermandad de la Virgen de las Angustias (encargada también de este paso), decidió preparar la procesión por si quedaba alguna posibilidad de que tal acto se celebrara por las calles de Alhama. Pero un último chaparrón sobre las diez y cuarto de la noche hizo que las pocas esperanzas que había se desvanecieran por completo, entre otras cosas porque la talla de Nuestro Señor ha sido restaurada hace poco tiempo y no se querían correr demasiados riesgos a la hora de afrontar una posible tormenta.
Así pues, el Vía Crucis se celebró en el interior de la Iglesia de la Encarnación, con menos ambiente del habitual, y por segunda vez en tres años. El acto religioso oficiado por el párroco de Alhama duró poco más de una hora en la que se recordaron las catorce escenas de la pasión de Jesucristo antes de morir en la cruz.
Texto y fotos: Sergio Monteagudo Sánchez.