Indignación entre los alhameños ante la posibilidad que la parroquia se vea privada de su emblemática cruz del campanario.
08/09/2006.- Desde marzo de este año se está procediendo al arreglo de las cubiertas y tejados de la iglesia parroquial. Varios son los elementos que, junto con el tiempo, ha contribuido a su deterioro; el terremoto de 1884, los excrementos de palomas y la falta de mantenimiento entre otros. Un deterioro importante se ha producido en la torre del campanario, ya que el cimbreo de la cruz de hierro que lo corona ha producido importantes grietas y goteras, de tal forma que, al parecer, el proyecto de reforma contemplaba el eliminar este elemento y no volver a colocarlo.
Una vez se ha conocido esto por los alhameños la indignación ha sido unánime, y muchos manifiestan no estar dispuestos a consentir que se alteren sus monumentos históricos tal y como se conocían, independientemente de creencias religiosas, no entendiendo que la técnica actual no pueda resolver este problema arquitectónico. Incluso en alguna homilía el párroco ha tenido que intervenir en este sentido a fin de calmar los ánimos.
La cruz tiene una altura de 210 centímetros y una anchura de 207 centímetros, con un peso de unos 40 kilos, si bien el sistema de soporte y anclaje que se ha quitado pesaba unos 100 kilos con una longitud de 6 metros. La cruz se ha restaurado en la fragua de Trabuco, donde se han repasado soldaduras y se le ha colocado un adorno que se había desprendido y perdido, y donde nos comentaban su sorpresa al ver como está realizado el cuerpo principal y crucetas, todo a golpe de fragua hasta fundir las piezas que la componen. Ha sido precisamente en esta fragua donde la hemos podido fotografiar de cerca.
La parroquia de la Encarnación, el único templo gótico que hay en Granada, es el monumento más simbólico de Alhama, se terminó de construir sobre 1560, su construcción duró mas de 50 años, aunque siempre tuvo obras de ampliación y se cree que esta cruz se colocó en una de las reformas posteriores, y se data con una antigüedad de alrededor de 300 años.
Ahora, y hasta que se resuelva su instalación o no, la polémica está servida.