Durante 2010 y lo que va del presente, el abogado y periodista alhameño, Andrés García Maldonado, ha sido objeto de numerosos homenajes tanto en su pueblo natal como en la vecina Málaga, los últimos hace unos días por parte de la Cámara de Comercio malagueña y la Peña La Paz de Málaga que le otorgaba el título "Andaluz de primera" . A principios del otoño recibirá su nombramiento como académico correspondiente de la Real Academia de las Bellas Artes de Granada.
- ¿Cómo soporta la mente y el corazón estos reconocimientos?
- Querido Antonio, la mente los recibe y los soporta con el convencimiento de que son actos propios que hay que valorar en su medida y que, en tantas ocasiones, vienen dados por una larga serie de circunstancias, lógicamente no olvidando el paso de los años y lo que uno ha intentado hacer a lo largo de su vida. No pretendo presentarme con la mayor sencillez y humildad, eso sí que es una gran soberbia y vanidad, de ambas cosas tengo también mi correspondiente proporción, aunque siempre he procurado que no me puedan, bien lo sabes. Y el corazón lo recibe con una inmensa gratitud hacia esas personas que, de una u otra forma, por sí o por las entidades que representan, me manifiestan así, más que mis méritos sus afectos.
- La prueba evidente de que en Granada también se te quiere y admira es su nombramiento como académico de la Real Academia de las Bellas Artes ¿Qué sentimientos experimentó en el momento que se lo comunicaron?
- Cuando su insigne director, don José García Román me llamó, ya mi hermano Juan Manuel me había indicado que quería hablar conmigo, aunque no me dijo para que. Me imaginé que sería para algún tema de Alhama. Cuando me dijo que si aceptaba ser propuesto como Académico correspondiente, sinceramente, y mira que estoy acostumbrado a sorpresa y noticias gratas, me quedé prácticamente cortado, lo que sabes que no suele pasar en mí. Era algo que, por un lado, jamás me esperé y, por otro, un honor de mi Granada que me llenaba de plena y sincera satisfacción, fue, como he escrito, de buenas a primeras y tras más de cuarenta años, un volver a mis últimos años de niñez y juventud que vive y soñé en Granada, sintiéndola y queriéndola. El prestigio de la Academia, su historia, sus miembros, sobre todo los de número, y también los correspondientes, hacen que sea un honor que ha calado en mí muy profundamente.
- Sus padrinos para acceder a esta institución fueron José García Román, Miguel Jiménez Yaguas y Jesús María García Calderón, suponemos que sólo tendrá palabras de gratitud, ¿nos es cierto?
-Como les he manifestado a los tres, la gratitud y reconocimiento que siendo por ellos será imperecedera. Si es un honor pertenecer a la Academia de Bellas Artes de Granada, lo es doblemente ser presentado, por ejemplo, por miembros de número de la misma como su mismo director, señor garcía Román, y los señores Giménez Yanguas y García Calderón, dos personalidades en sus campos son excepcionales como en su hacer y entrega a favor de la cultura y el arte.
Te lo he dicho en alguna ocasión, he tenido la suerte en mi vida de tener excelente padrinos en este sentido y en muchos otros, desde que me bautizaron hasta estos mismos días, pasando por tantos que no los relaciono para no olvidar ni uno sólo, de Alhama, de Málaga, de Granada y de otros lugares. Ello me ha enseñado que estas cosas, de alguna forma, ayudando y estando atento a los que te siguen, hay que devolverlas con la mayor satisfacción, conviviéndose uno en “padrino” de todo al que pueda ayudar y, más aún, si tiene inquietudes y deseos de un mundo mejor, realmente mejor desde el espíritu y no desde lo material.
- ¿Cuál considera que puede ser su mejor aportación a esta institución?
-Creo que seguir entregándome, siempre en la máxima medida de mis posibilidades, a lo que tú y yo solemos hacerlo, a la cultura en general, a nuestra actividad relacionada con el arte y la cultura desde un sentido constructivo y generoso y, por supuesto, a los valores artístico y monumentales de nuestra Alhama y su comarca. Esta última es una de las razones esenciales que me expuso el director de la Academia, en relación a la labor que podía desarrollar: ser un “velador puente” entre esa zona y la misma Academia que tiene como una de sus funcione esenciales la protección y promoción del patrimonio artístico-histórico de Granada, Jaén y Almería. Ni es más, ni menos, mi posible aportación a la Academia, contando siempre con los que, como tú mismo, tenéis una dedicación especial a Alhama en este sentido, colaborando con su Ayuntamiento en cuanto se posible en este orden de cosas y también exponiendo lo que puede estar mal orientado, contando con el patronato de Estudios Alhameños, con Alhama Comunicación y con cuantas personas y entidades pueden y están totalmente entregados a Alhama en este orden de cosas, como sucede con gran número de los miembros del Patronato. Sólo vengo a convertirme en “un corresponsal”, como bien me expuso García Román, de ahí lo de correspondiente, entre nuestra tierra, la cultura y el arte, de la Academia de Bellas Artes de Granada.
- ¿Qué repercusión puede tener tu nombramiento para Alhama y su comarca?
_la de siempre desde hace ya más de cuarenta y cinco años, cuando era corresponsal o escribía para varios periódicos, ser enlace, en este caso y como he dicho, entre esa zona de la provincia de Granada , tan importante en lo cultural, lo histórico y lo monumental, con la Academia. No olvidemos que esta institución, la Academia, puede hacer mucho en defensa de estos valores, en variados casos, verdaderamente en peligro y hasta en riesgo de desaparecer.
- Cómo presidente del Patronato de Estudios Alhameños ¿qué está preparando en estos días?
- Como cada año, llegadas estas fecha, nuestra tradicional Velada “Alhama de los Romances”, que ha cumplido ya quince años, y que en esta ocasión se celebró en el Patio del Carmen, el sábado 13. Con un programa muy interesante y siempre exaltando el valor cultural e histórico de nuestros romances durante más de cinco siglos. En esta ocasión, como comprenderás una satisfacción especial para mi, fue que mi hermano Juan Manuel, Brazam, aceptara ser el Invitado de Honor, el que abre la Velada con unas palabras. Ya sabes que el no es dado a estas cosas, pero la sangre manda y esta vez no se ha podido librar. Como recuerdo de la Velada, como ya es tradicional, pocos lugares en los que se obsequió a todos los asistentes con un libro, una publicación dedicada a “Tres dibujos sobre Alhama: Hoefnagel, Wyngaderde y Brazam”, creo que por su enfoque será del agrado de todos los asistente y un atractivo recuerdo a conservar.
- ¿Cómo organiza su vida familiar y laboral para desarrollar esa ingente labor cultural, tanto en tierras malagueñas como granadinas?
- Sinceramente, creo que la organización viene ya impuesta en razón a lo que hay que atender, creando un sistema de prioridades para procurar que todo salga para adelante y adecuadamente. Eso, sí, conservo unas horas, sobre todos los fines de semana, que quedan excluidas de esa servidumbre. Además, tengo una mujer e hijos, ,incluyendo un yerno, que en esto también me comprender y aceptan el que nuestros horarios de cada día jamás puedan establecerse con cierta antelación.
- ¿Deseas añadir algo más?
- Mi aprecio y gratitud a tantos y tantos buenos amigos, alhameños, malagueños y granadinos, así como todo mi afecto a mi querido Ideal que con pocos años comenzó a publicarme artículos que fueron ir haciendo realidad mis primeros sueños juveniles y, con ello, abrirme la puerta a la vida periodística y cultural.