En el pasado mes de julio, ocurrió un incidente en el juzgado de instrucción número uno de Marbella, donde nueve periodistas pasaron de estar trabajando para sus medios cubriendo informativamente el caso "Malaya" a ser retenidos e interrogados por el juez, lo que fue calificado por Andrés García Maldonado, como presidente de la Asociación de la Prensa de Málaga, como "un acto judicial incomprensible, así como uno de los más curiosos de los que se conocen en el ámbito del periodismo judicial", además de que indicó que una simple disculpa en su momento oportuno habría rebajado la tensión, habría sido un acto de justicia y hubiera modificado la categoría del incidente desafortunado a la mera anécdota.
(En la imagen: Sebastián Delgado, a la izquierda, y Andrés García Malonado)
Por lo que se pidió al indicado juez las correspondientes disculpas o rectificación. No dándose ninguna al respecto, Andrés García Maldonado, en nombre de la entidad que representa y agrupa a los periodistas malagueños, presentó la correspondiente queja ante el Consejo General del Poder Judicial que ha sido admitida y el que decidirá sobre los hechos y actitud del juez.
El incidente
Todo partió de un periodista que le está pasando la grabación de una rueda de prensa con Diego Valderas en un hotel de Marbella a otro que no había podido asistir, algo normal entre colegas. Una funcionaria del Juzgado que pasa por allí “deduce” a bote pronto que aquellos periodistas lo que han hecho es grabar la declaración del ex asesor de urbanismo de Marbella, Juan Antonio Roca.
A partir de ahí el juez, actuando a juicio de Andrés García Maldonado y de la Asociación de la Prensa de Málaga de una forma precipitada y sin justificación “ordena una especie de “batida”, y la inmediata “puesta ante sí” de nueve de los periodistas presentes y los somete a un inexplicable interrogatorio sin que éstos supieran realmente el motivo de tal decisión y cual era su situación procesal. Creíamos que un juez no debe efectuar estas actuaciones sin seguir lo procesalmente establecido y, menos aún, sin asistencia letrada. Olvidándose también de que esos profesionales actuaban para hacer posible el derecho a la información que tenemos todos como principio universal de los derechos humanos y como principio de nuestro derecho positivo, recogido en nuestra Constitución.
Pero es que además de esto, no se entiende que el juez, tras comprobar personalmente que su funcionaria estaba totalmente equivocada y que los periodistas no habían cometido, ni intentado, ningún acto ilícito, no tuviera la mínima cortesía de disculparse ante una situación injustificada –creada en definitiva por el Juzgado- y que, por cierto, resultó completamente infructuosa, como no podía ser de otra forma. Y claro, esto de la mano de un juez no lo entendemos muy bien. La disculpa habría rebajado la tensión, habría sido un acto de justicia y hubiera modificado la categoría de incidente desafortunado a la de mera anécdota”, indica el escrito presentado al Consejo General del Poder Judicial.
Por todo ello, confiándose en la buena fe del Juez, se le solicitó, "siempre con los debidos respetos que a todos nos corresponden, sin lugar a dudas, que exprese la disculpa ó rectificación que creemos que corresponde a estos periodistas". No produciéndose ello, Andrés García Maldonado preparaba, firmaba y remitía al Consejo General del Poder Judicial -competente en este caso- la correspondiente queja formal que ha sido admitida.
Nueva distinción a Andrés García Maldonado
En la fotografía, Andrés García Maldonado recibiendo la placa de honor, también se le ha impuesto el escudo de oro, de la prestigiosa Residencia-Instituto "La Rosaleda", uno de los centros de formación profesional más importantes de Andalucía, con varios miles de alumnos, por su labor "altruista y generosa en favor del mismo, de la cultura y de los fines educativos y culturales de la juventud", en palabras del director de la residencia, Sebastián Delgado.