Joaquín Tomás Valderrama: «Me considero un chico con mucha suerte, que he tenido la gran fortuna de tener una familia increíble»

Joaquín Tomás es hijo de Joaquín Valderrama y María Angustias Valenzuela, que en la actualidad trabaja en Sydney (Australia) como investigador en los National Acoustic Laboratories, y donde preside la Asociación de Investigadores Españoles en Australia y Pacífico.

 En la siguiente entrevista nos cuenta cómo transcurrió su infancia, su proceso de formación hasta obtener esta plaza, los resultados de su investigación y la labor de difusión de ciencia a través de la asociación que aglutina a unos 200 miembros. También hemos querido saber la opinión de sus padres sobre su trabajo en las antípodas del que le separan « 22 horas en avión y al que visitaron en Sydney en las navidades de 2019».

- En general, me considero un chico con mucha suerte, que he tenido la gran fortuna de tener una familia increíble y de toparme en mi camino con gente excepcional. Actualmente vivo en Sydney (Australia) junto con mi esposa y nuestra gata 'Lola', trabajando como investigador en los National Acoustic Laboratories, un centro de investigación parcialmente financiado con arcas públicas que trata de mejorarle la vida a personas con dificultades auditivas. Esta es mi historia.

- Nací y crecí en Granada, de la zona conocida como plaza de los pijos, cerca de la Facultad de Ciencias y del Hotel Granada Center. De mi infancia sólo me vienen a la mente momentos felices. Aunque no tengo hermanos, tuve la suerte de crecer en la misma casa con un padre, con dos madres (mi madre y mi tita), con mi abuelo, con mi tito y nuestro perrillo 'Tim'. Un escenario en el que difícilmente se aburría uno.

 En el barrio éramos bastante conocidos, sobre todo por la forma única en la que mi abuelo solía sacar a pasear a Tim. Veréis porqué, mi abuelo fue guarda forestal, y durante bastante tiempo estuvo expuesto a un ruido fuerte de motor, algo que le causó pérdida auditiva al no utilizar ningún tipo de protección auditiva. Como a mucha gente actualmente, los audífonos que utilizaba no restauraban de manera adecuada su audición, y decidió que lo mejor era que todos alzásemos un pelín nuestra voz. Su idea funcionó y nunca tuvo ningún problema de comunicación con su entorno. Mi abuelo también tomó otra decisión importante, y era que el perro no necesitaba correa para pasear, y que con una serie de instrucciones bien dadas era suficiente. Sorprendentemente, esta segunda idea también funcionó, y con el tiempo, Tim aprendió a pararse en los semáforos, y a esperarle en la puerta del supermercado cuando mi abuelo hacía la compra. Lo que quizás le pasó desapercibido a mi abuelo fue que todo el barrio fue testigo del proceso de educación de Tim, principalmente basado en dar voces. Era una persona única, le echo mucho de menos.

- Como el instituto se me dio bien, finalmente opté por estudiar un plan de dos carreras, ingeniería en telecomunicaciones y licenciatura en administración y dirección de empresas en la Universidad Europea de Madrid (UEM). Mi etapa universitaria es probablemente cuando más he enriquecido personalmente. Fue una experiencia única empezar vivir fuera de mi entorno familiar, y tener una responsabilidad total sobre mis acciones. En la universidad conocí a grandes amigos con los que no sólo aprendí ingeniería, sino también desarrollé con ellos (sobre todo jugando al mus) muchísimas competencias profesionales tremendamente útiles en un entorno de investigación. Ellos saben lo que los aprecio, y lo mucho que los admiro.

- En cierto modo era un poco distinto a muchos de mis compañeros. En los últimos años, muchos de ellos comenzaban a decir que tenían ganas de empezar la etapa profesional. Yo por el contrario, ¡estaba en la gloria como estudiante! El día llegó, y tras un año de Erasmus en Alemania (un curso con experiencias que dan para otro artículo entero), comencé mi trayectoria profesional como consultor de estrategia en una consultora de las conocidas como Big4, un sitio idóneo para desarrollarse profesionalmente. Por aquellos entonces, era agosto de 2008 y estaba a punto de comenzar una de las peores crisis económicas de nuestra historia. Aunque profesionalmente muy enriquecedor, fue un año duro pues todos estábamos sometidos a bastante presión debido a las circunstancias del entorno. Lo más positivo, tres grandes amigos con los que viví momentos inolvidables.

 Probablemente una de decisiones más acertadas que he tomado en mi vida ha sido realizar una tesis doctoral en Granada. Tuve la fortuna de que me concedieran una beca FPU, que está muy bien porque te permite investigar en un tema elegido por ti mismo. Claro, cuando yo llegué a la Universidad de Granada (UGR) diciendo que quería hacer la tesis, ni yo conocía a ningún profesor, ni lo que es más preocupante, ningún profesor me conocía a mí. Cuando pregunté en qué temas podría investigar, me ofrecieron la posibilidad de investigar en técnicas de procesado de señales sísmicas, o en procesado de señales relacionadas con la audición. Así comenzó mi carrera en investigación audiológica.

 Dicen que en la vida hay que poner todo lo que está en la mano de uno para que las cosas salgan bien, pero a veces también hay que tener algo de suerte. En mi caso, me considero tremendamente afortunado por haber dado con mi director de tesis. Con el tiempo se convertiría en un segundo padre y un excelente colega de investigación, pero en los comienzos fue un director recto y exigente, algo de lo que estaré siempre agradecido. Con él desarrollé un gran sentido crítico y me formé como investigador.

 Mi tesis doctoral se centró en investigar una nueva forma de obtener señales del cerebro y del tronco cerebral asociadas a la audición. Este tipo de señales se conocen como potenciales evocados auditivos, y suelen utilizarse en el entorno clínico para determinar que una persona oye correctamente. Por ejemplo, esto es muy útil cuando quieres saber si un recién nacido tiene algún problema auditivo con el fin de poner remedio lo más pronto posible. En mi tesis, además desarrollé la electrónica de un sistema de registro de estas señales. Fue muy curioso ver cómo un equipo que normalmente vale varias decenas de miles de euros yo lo pude hacer por unos pocos cientos. Actualmente el equipo que diseñé lo están utilizando en instituciones que yo nunca habría imaginado, como ‘U.S. Navy Marine Mammal Program’ (San Diego, California) en investigación con delfines y ‘Life and Health Sciences Research Institute’ (Universidade do Minho, Portugal) en investigación con ratones.

Asesorando a un equipo de investigadores médicos en Pekín (China)

- Al terminar el doctorado, comienza un periodo crítico para cualquier investigador, la etapa posdoctoral. De repente empiezas a competir por plazas de investigación a nivel mundial con otros investigadores que normalmente tienen mucha más trayectoria. Aquí también tuve un poco de suerte, y justo al acabar mi tesis, un amigo que había conocido en una conferencia me comentó que había una plaza con mi perfil en los National Acoustic Laboratories (NAL). En el mundo de la audiología, NAL es muy conocido porque fue aquí donde se inventó el principal algoritmo que utilizan los audífonos para compensar la pérdida de audición. Para mí fue un privilegio sólo solicitar el puesto. Recuerdo que alrededor de un mes después de la entrevista me indicaron que me darían una respuesta al día siguiente. Por la diferencia horaria, esto suponía que esa noche me acostaría sin saber nada, y que cuando me levantara tendría un email diciéndome si me concedían la plaza. Fue una sensación de emoción muy parecida a la infancia cuando iban a llegar los Reyes Magos por la mañana. Al levantarme a las 4.00 am vi el email, y escribí un mensaje a mi novia diciéndole que preparara una maleta grande.

Impartiendo una conferencia

- La experiencia de vivir en Australia es alucinante. No puedo recomendar más venir a conocer este país. Es muy distinto de lo que normalmente podamos conocer de Europa. La zona que más conozco es Sydney, la ciudad donde vivo. Lo más impresionante de Sydney para mi gusto es lo cerca que está la naturaleza de la ciudad. Al estar en mitad de una bahía, es extremadamente fácil perderse un poco y acabar en medio de zonas de naturaleza. Además, es de las pocas ciudades en las que puedes coger un ferry como quien coge un autobús. El clima de Sydney también es muy suave, con mínimas de 10° en invierno y máximas de 25° en verano. Aun así, ¡te encuentras con gente quejándose de frío extremo con 12°! Claramente no conocen Granada.

- Podría hablar sin parar de curiosidades del país. Aquí es normal encontrarse a ejecutivos que llevan al trabajo una tabla de surf, y más aún, encontrarse a australianos andando descalzos, incluso por el campo. Cualquier excusa es buena para hacer una barbacoa. Existe una auténtica religión en torno al café. Prácticamente todas las cafeterías tienen un puesto específico de barista, y la verdad es que hacen un café impresionante. Otro tema interesante es que hay animales de todo tipo que pueden matar o herir gravemente a un ser humano, destacan: el blue-ring octopus (un pequeño pulpito que paraliza tu sistema nervioso), la araña red back (una araña pequeña muy común en Sydney con un veneno bastante potente), la serpiente marrón (la segunda serpiente más venenosa), y por supuesto, el gran tiburón blanco (que hace que no te bañes tranquilo en ninguna playa). En general, mi percepción es que es una sociedad feliz, en la que responden a casi todo con un “No worries!” (algo así como ¡no hay problema!).

 A punto de empezar una sesión

- Mi experiencia trabajando en NAL también es muy positiva. Es un lujo tener una plaza permanente en investigación. Lo que quizás más valore de trabajar en NAL es que ponen a tu disposición todos los recursos que necesitas si tienes ideas que aportan valor. El centro de investigación forma parte de un campus universitario en el que se encuentran universidades, centros audiológicos, y Cochlear – la principal empresa de implantes cocleares del mundo . Los implantes cocleares ayudan a restaurar la audición si la pérdida es muy severa, cuando la amplificación por audífonos es insuficiente. Además, NAL es el departamento de investigación de Hearing Australia, el principal proveedor de servicios de audiología de Australia. Este entorno es único en el mundo, permitiéndonos poner en práctica los resultados de nuestra investigación y causar un impacto real en las necesidades de personas con dificultades auditivas.

 Mi investigación en NAL actualmente se centra en investigar el impacto de la exposición al ruido en la integridad del sistema auditivo. Nuestros resultados indican que las personas con mayor exposición al ruido presentan menor actividad coclear, lo cual puede estar asociado con problemas de comunicación en entornos ruidosos como cafeterías o restaurantes. También he desarrollado una técnica que permite medir la cantidad de esfuerzo que hay que poner para comprender un mensaje en escenarios con ruido de fondo. Esta técnica la estamos utilizando para cuantificar el esfuerzo adicional que tienen que poner las personas que no oyen bien, y que al final del día, acaban mentalmente muy cansados.

- Mi trabajo en NAL lo compagino con actividades de voluntariado en la asociación de investigadores españoles en Australia y Pacífico (https://srap-ieap.org/es/ ), de la que tengo el privilegio de ser el presidente. SRAP tiene como misión difundir ciencia española de la máxima calidad y facilitar oportunidades de colaboración con el fin de enriquecer y estrechar lazos entre las sociedades española y australiana.

- Lo tengo claro, no. Esto está siendo una experiencia única e irrepetible, pero mi corazón está en España, y más especialmente, en Granada. Pienso que la experiencia que estoy cogiendo en Australia puede ayudar a mejorar el entorno audiológico en España, la cual se encuentra un poco atrás en relación a otros países europeos. Por poner un ejemplo, aún no existe un grado en audiología en España. Hay mucho trabajo por hacer.

- No puedo terminar sin recalcar la enorme morriña que me despierta pensar en mi ciudad, en mi familia y en mis amigos. Tras cinco años viviendo en Australia, y especialmente, tras casi dos años sin ver a mi familia por las restricciones de viaje actuales, estoy deseando coger un avión y ver mi 'Graná'.

- Cuando hace casi 6 años, recién leída su tesis doctoral en Granada, saliendo de la penúltima crisis y con un futuro profesional en la Universidad de Granada poco esperanzador, le llegó la oportunidad de optar a una plaza de investigador en los Laboratorios Nacionales de Audiología de Australia, en Sydney, y se la dieron, nos sentimos muy orgullosos, y lo animamos a emprender esta aventura, pensando lógicamente en su futuro profesional y personal, y en un pronto regreso, una vez se hubiese superado la crisis en España. Afortunadamente, se fue acompañado de su novia Pilar, hoy ya su mujer y también de Granada, y nos sentimos más tranquilos por estar acompañado y aumentar así las posibilidades de volver a su tierra.

- El distanciamiento con nuestro hijo nos provoca sentimientos encontrados. Por un lado, estamos muy orgullosos de la trayectoria profesional y personal que está desarrollando en Sydney, una ciudad que lo ha acogido maravillosamente y en la que siempre manifiesta estar a gusto, lo cual nos tranquiliza bastante. Además, con las tecnologías actuales estamos en continua y fluida comunicación. Por otro, llevamos regular el distanciamiento, sobre todo porque es un gran distanciamiento, 22 horas de avión son demasiadas como para visitarlo de vez en cuando. Él suele venir a Granada dos veces al año como máximo, y nosotros hemos estado en Sydney en las navidades de 2019, casi un mes. La ciudad nos encantó y la consideramos una ciudad ideal para vivir, solo que ¡está muy lejos!

- Nos entristece sobre todo que nuestro hijo, y muchos jóvenes de esta generación, terminen su formación en el extranjero pero que no tengan facilidades para el regreso. Pensamos que la salida al extranjero debería ser una opción, y nunca una obligación.