Desde poco después de las diez y media de la mañana y hasta el anochecer se recorrieron todas las calles de la ciudad.
Es lo que había este año; una cabalgata atípica, pero no por ello menos ilusionante para los peques, a los que se les había advertido de no salir al recorrido y que los Magos de Oriente los visitaría en sus casas, como así fue.
Poco después de las diez y media de la mañana comenzó la cabalgata, que, tirando del padrón municipal, fue visitando todos los hogares donde había pequeños, y todos ellos recibieron un balón o peluche y una bolsa de chuches, un recorrido exhaustivo, por las dimensiones del recorrido (todas las calles) pero al tiempo ilusionante para los destinatarios de la ilusión.
Los Magos a caballos eran precedidos por la policía local, abriendo el paso y vigilantes de que se cumplieran las normas sanitarias correspondientes, sin que esto restara emotividad a los pequeños que ilusionado recibían a los Reyes en las puertas o aledaños de sus propias casas, mientras los demás los esperaban expectantes en ventanas o balcones al escuchar los villancicos que el coche del sonido hacía sonar para anunciar la inminente llegada que era portada por el vehículo de Protección Civil, con su inestimable colaboración, cargado de los regalos que todos esperaban, repartidos por los pajes, al tiempo que animados por la presencia de los personajes de Disney.
Por supuesto, tampoco faltaron la visita y los regalos a los mayores de la residencia, aunque este año no fuera presencial, y se les entregara a los trabajadores, y a las monjas carmelitas del convento de San Diego.
Todo un amplio recorrido y desarrollo, a lo largo de todo el día, y que supuso un esfuerzo importante por todos los que participaron en la realización del mismo, que fueron:
Poco después de las diez y media de la mañana comenzó la cabalgata, que, tirando del padrón municipal, fue visitando todos los hogares donde había pequeños, y todos ellos recibieron un balón o peluche y una bolsa de chuches, un recorrido exhaustivo, por las dimensiones del recorrido (todas las calles) pero al tiempo ilusionante para los destinatarios de la ilusión.
Los Magos a caballos eran precedidos por la policía local, abriendo el paso y vigilantes de que se cumplieran las normas sanitarias correspondientes, sin que esto restara emotividad a los pequeños que ilusionado recibían a los Reyes en las puertas o aledaños de sus propias casas, mientras los demás los esperaban expectantes en ventanas o balcones al escuchar los villancicos que el coche del sonido hacía sonar para anunciar la inminente llegada que era portada por el vehículo de Protección Civil, con su inestimable colaboración, cargado de los regalos que todos esperaban, repartidos por los pajes, al tiempo que animados por la presencia de los personajes de Disney.
Por supuesto, tampoco faltaron la visita y los regalos a los mayores de la residencia, aunque este año no fuera presencial, y se les entregara a los trabajadores, y a las monjas carmelitas del convento de San Diego.
Todo un amplio recorrido y desarrollo, a lo largo de todo el día, y que supuso un esfuerzo importante por todos los que participaron en la realización del mismo, que fueron:
Reyes Caballistas
- Melchor: Emilio Castillo
- Gaspar: Antonio Valenzuela y Samuel Molina
- Baltasar: Paula Cortés
Pajes: Jerónimo Gómez, Mari Carmen Peula, Carmen Sánchez, María Teresa Moldero, Ana Vega, con Álvaro Molina y Matilde Molina.
Muñecos: Raquel Ramos, Ángela Arrabal.
Protección Civil: Elías Moreno y José Antonio
Plantilla de la Policía Local de Alhama
... y muchísimas más imágenes en el fabuloso reportaje de Pablo Ruiz, en Alhama Comarcal.