Otra forma de oír música que generalmente pasa desapercibida.
Bandas sonoras de películas conocidísimas, que, a pesar de ser una parte importante de la película, apenas nos fijamos en la música, más allá de dejarnos llevar por el estado de ánimo al que nos induce, que es lo que, precisamente, se propone este tipo de música.
No es la primera vez que los maestros y alumnos de la EMAG nos regalan magníficas versiones de bandas sonoras, pero sí, que recordemos, es la primera vez que lo hacen sobre películas de la factoría Disney y el resultado fue, como siempre y como era de esperar el deseado: Casi dos horas de muy buena música, magníficamente interpretada, diversión y alguna que otra sorpresa, todo ello en el salón de actos del colegio Cervantes que esta vez fue el anfitrión del acto.
Viernes 23 de diciembre, siete de la tarde, los músicos dan los últimos repasos para que todo esté listo para regalar su arte a un público, siempre entregado al buen hacer de la gente de la EMAG (Escuela de música de Alhama de Granada).
Tras apagarse las luces y encenderse el proyector, en realidad un portátil, “El príncipe de Egipto” y su banda sonora comienzan a envolvernos con esa magia especial del cine de dibujos animados, de la cual ni los más adultos de los adultos son capaces de escapar, lógicamente la varita mágica es la del director, Rafael Molinero, esa batuta capaz de aunar los esfuerzos de alumnos y profesores y convertir a todas las individualidades en un único ente.
Prosigue el ambiente de cine de barrio, sin palomitas, eso sí, y comienza la Bella y la Bestia, imágenes y música que recrean esa historia que a los feos nos encanta, porque nos hace creer que tenemos posibilidades…
Y así, entre imágenes y músicas llegamos a la recreación Disney de la historia de Tarzán, ese rey de los monos de nuestra infancia.
Prosiguió el programa con la banda sonora de Frozen, cuya canción, Let it go, ganó el Oscar a la mejor canción original, lógicamente fue la que la banda tocó.
Con la interpretación de Un mundo ideal (Aladin) se llegó al intermedio, que en este caso también fue musical y en el cual descubrimos las aptitudes musicales de Álvaro Rojano, hijo del “profe de percu” de la EMAG que al piano nos hizo disfrutar con tres piezas:
- Estudio nº 12, Molto Allegro de Czerny
- Praeludium II de Bach
- Nuvole Bianche, en la cual estuvo acompañado a la percusión por José Antonio Rojano.
Concluido el exquisito “intermezzo musicale” a cargo de los Rojano, padre e hijo, prosiguió el programa Dinsney con los temas principales de:
- El Rey León (El ciclo de la vida)
- Pocahontas (Colores al viento)
- La Sirenita (Debajo del mar)
- El espíritu de la Navidad.
Concluyó aquí la parte fácil para el director de la Banda y comenzó la más complicada consistente en poner de acuerdo al público presente para cantar los villancicos más tradicionales y hacerlo a tiempo, a compás y con buen tono. De nosotros sabemos decir que pusimos todo nuestro empeño, pero no lo conseguimos. Pese a todo el resultado global fue satisfactorio.
No quiero concluir sin dejar por escrito mi mensaje a quien corresponda de que tanto la EMAG como Alhama se merecen un lugar en el que se pueda disfrutar de este tipo de eventos, durante todo el año y en las mejore condiciones. El primer paso ya se ha dado, pero aún falta mucho camino por recorrer.
Por lo demás el trabajo de la EMAG, ahí está para disfrute de toda la gente de Alhama durante todo el año, bien visible y, sobre todo, bien oíble.
Fotos: Prudencio Gordo.