Los alumnos visitaron Sierra Nevada, donde aprendieron a esquiar y a perfeccionar su técnica entre intensas nevadas y espesas nieblas.
20/04/2007.-Un año más, el colectivo del Centro Ocupacional de Alhama de Granada de discapacitados psíquicos, viajó a Sierra Nevada para disfrutar de su ya tradicional Semana Blanca, en la cual los usuarios aprenden y perfeccionan la técnica básica de esquí alpino en las magníficas instalaciones que ofrece la estación invernal granadina.
Los alhameños se alojaron desde el martes 10 de abril hasta el viernes 13 en la residencia de ocio y tiempo libre que la Junta de Andalucía posee en la zona alta de Pradollano, como viene haciendo año tras año.
El mal tiempo, presente durante toda la semana en Sierra Nevada no ha impedido que la gente experimentara día tras día el deporte blanco. La expedición alhameña salía de la residencia todas las mañanas sobre las 9:30 para dirigirse al telecabina Al-Andalus de Pradollano, que los llevaba hasta la zona de Borreguiles, donde los monitores de Diputación les esperaban para estar esquiando hasta las 13:30 aproximadamente. Algunos aprendieron a hacer la cuña (frenar), otros incluso dominaron virajes básicos, otros lograron lanzarse desde remontes más o menos complicados, y otros simplemente lograron perderle el miedo al deslizamiento por la nieve que ya de por sí, es un importante escollo para iniciarse en este deporte. Hay que decir, que durante esos días, la calidad de la nieve ha sido muy alta, con ausencia casi total de placas de hielo en las pistas, que hubiesen dificultado mucho el trabajo de los principiantes.
Después de la intensa jornada de esquí, se volvía a la residencia, donde después de almorzar y descansar un poco, se paseaba por el poblado de Sierra Nevada, si el tiempo no lo impedía. Por la noche, tras la cena, las tertulias y los juegos de mesa ocupaban el tiempo del grupo.
Finalmente han sido 10 los alumnos que asistieron a la Semana Blanca, además de las “jefas” Carmen y Pili y de un servidor, que desde aquí aprovecha para agradecer al Centro, la oportunidad que me ha brindado para trabajar como monitor de esquí y que me ha servido para comprobar lo agradable que puede llegar a ser trabajar con esta gente. Del mismo modo debo ensalzar el buen hacer y perfecta organización de estas jornadas por parte de Pili y de Carmen, sin las cuales, sería literalmente imposible que los alumnos pudiesen disfrutar de esta entrañable experiencia que han tenido con el esquí alpino.
Texto: Sergio Monteagudo
Fotos: Carmen Romero-Pilar Espejo