El periodista y profesor de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramos Espejo, ha sido el encargado de glosar los años finales de la vida de este joven prieguense, que se instaló en Córdoba y con 22 años abrió una librería y fundó la revista Popular, lo que le permitió tener una estrecha relación con Juan Rejano y Vázquez Ocaña.
Como apuntó Ramos Espejo, Rogelio Luque, “fue un hombre de izquierdas, librepensador y probablemente libertario”, que encontró la muerte, según sus propios verdugos “por masón”, algo que según Ramos Espejo “no se ha demostrado”, en la primera fase de terror impuesta en la capital cordobesa por el comandante Zurdo, “no de Don Bruno, como se creía hasta ahora”, destacando en este sentido hechos como la quema de libros o el bando en el que se demandaba a los cordobeses que entregasen todos los libros marxistas y pornográficos.
De ahí que para Ramos Espejo, Rogelio Luque pueda ser considerado todo el “prohombre de la cultura cordobesa del momento”, relacionado con las vanguardias intelectuales de esa época, “que recalaba en sus librería, primero en Diego de León y luego en Gondomar”, alcanzando un gran reconocimiento que para el ponente, “fue origen de las envidias y las intrigas” que estuvieron en el origen de su muerte en los primeros momentos de la II República, convirtiéndose en un “librero-mártir”.
Tras la ponencia de Antonio Ramos se proyectó un audiovisual sobre Pilar Sarasola, esposa de Rogelio Luque, al que se tributó un homenaje en la figura de su hijo y nieto, presentes en el congreso, continuando seguidamente la actividad académica, con las ponencias de Manuel Aznar y la ex ministra de Educación, Mercedes Cabrera, centradas respectivamente en los intelectuales y la cultura republicana y la patronal y la coyuntura económica del período.
El acto de clausura contó con la presencia del presidente de la Diputación de Córdoba, Francisco Pulido; la alcaldesa de Priego de Córdoba, Encarnación Ortiz; y los responsables de la organización, Francisco Durán y José Luis Casas, que mostraron su satisfacción por las nuevas aportaciones que se han producido para el conocimiento de este período histórico en nuestro país.