Fernando de Vergara y Cabezas, el gran alhameño que llegó a rector de universidad


Fue en el siglo XVII, exactamente en 1647, cuando un gran alhameño, por amor y obras, llegó a ser elegido rector de la Universidad de Granada: Fernando de Vergara y Cabezas, catedrático de Decretos y paladín en la defensa de lo alhameño, comenzando por su historia y siguiendo por sus propios Balnearios sin olvidarse de las alhameñas.

 


 El amor a Alhama y a su historia de Fernando de Vergara y Cabezas, allá por el siglo XVII, es realmente excepcional. En su obra más importante  “Defensa en derecho de la Inmaculada Concepción de la Virgen Santísima María”, todo un magnifico tratado sobre esta cuestión desde la perspectiva del derecho, publicada 1654, tras poner su nombre como autor en la portada de la misma, inmediatamente a continuación, deja bien claro “Natural de Alhama”.

Como en tan reiteradas ocasiones hemos expuesto en artículos, revistas y libros, hubo de ser toda una personalidad en y de su tiempo y, más concretamente, en la Granada de mediados del Siglo XVII y no digamos en la Alhama de aquellas décadas.

 Fue catedrático de Decretos en la citada Universidad, en lo que hoy sería  Derecho Canónico, también fue colegial del Colegio Mayor Imperial de Granada, el fundado por el mismo emperador Carlos I, por el que nuestro paisano sintió un verdadero orgullo. Su vida y dedicación universitaria fue extensa y fructífera. Elegido rector de la Universidad de Granada Francisco de Barahona, el 11 de noviembre de 1639, se ausenta del desempeño del cargo y el 20 de agosto de 1640 se designa a Fernando de Vergara vicerrector, cesando en esta responsabilidad poco tiempo después por problemas de salud, el 8 de octubre de 1640, nombrándose en su lugar a Juan Solís.

 Siete años después, el mandato tenía una duración de un año y no podía darse la reelección, y, salvo alguna excepción, en aquel siglo, generalmente se llevaba a cabo el acto electoral por el claustro y normas establecidas los 11 de noviembre de cada año, cayese en el día que cayese de la semana, así el 11 de noviembre de 1647 es elegido rector de la Universidad de Granada el doctor y catedrático don Fernando de Vergara y Cabezas, coincidiendo con el curso de mayor número de alumnos entre la fundación de la Universidad granadina, 1526 si nos acogemos a la decisión del emperador Carlos, o 1531 si atendemos a su verdadera puesta en marcha como señala la Universidad de Granada, y el curso de 1776, más de dos siglos y medio después, sucediendo en el cargo a Juan de Mesa y antecediendo a Alonso Arroyo.

Por personalidades e intelectuales, con gran relieve en la Granada de aquellos años y por lo tanto a nivel universitario español, sabemos con certeza plena de su preparación, cultura e inteligencia  a la par que de su amor a su Alhama natal.

 Por ejemplo, Tomás de León, del Colegio de la Compañía de Jesús de Granada, quien hablando sobre su obra escribe: “su autor el doctor Fernando de Vergara, quedan no sólo calificados sus aciertos en la piedad, doctrina ejemplar de buenas costumbres y conformidad con la Fe Católica en su enseñanza, sino que con singular y rara erudición…”.

 El licenciado Martín Vázquez Siruela, canónigo de la Colegial del Sacro Monte, escribe en relación de nuestro ilustre paisano como persona que honra su patria –refiriéndose con ello a Alhama-, indicando que posee un ingenio inclinado a las ciencias y a la erudición escogida, teniendo un estilo elegante.

 Uno de los más destacados alhameños, en aquel siglo XVII, representando a la ciudad y siendo figura relevante en tantas cosas que tenían que ver con nuestra Alhama, Juan de Bustos y Viedma, quien, de no equivocarnos, tenía su casa solariega en la hoy conocemos como Casa de la Inquisición, pone de manifiesto, revelando igualmente una gran cultura y un exquisito estilo literario en el escrito que se incluye a modo de presentación  de la obra y su autor, la singularidad de Fernando de Vergara: “…nunca los desvelos de su ingenio ha ofrecido menores las admiraciones; que mucho si han debido a vuestra merced a su decir que a su saber, hallando muchas veces sobrado el ingenio a las ciencias que magistralmente posee; dichosa mil veces patria –se refiere a Alhama-, que merece en vuestra merced hijo asegurado en la posteridad; ésta amigo y señor es la mayor riqueza, que si bien confiese no posee vuestra merced en la medida que posee, tanto lo imagino culpa de la fortuna, como lo presumo elogio de sus trabajos; porque son las dichas perezosas cuando el sobrado mérito las aguarda”.



 Fernando de Vergara, noble y rector de alguna institución, como señala tras su nombre en la misma portada de su “Apología por los Baños de la Muy Noble y Leal Ciudad de Alhama contra el desengaño que de ellos escribió Francisco Fregoso”, hubo de tener noticia y leer, en la misma Granada y en el año de su publicación, 1635, no sin gran sorpresa e indignación, el libro del médico sevillano en descrédito de los baños de su amada Alhama.

 Inmediatamente, ante tan injustas  e infundadas razones de Francisco  Fregoso, hubo de iniciar su “Apología” en cumplida, fundamentada y contundente réplica ante tanta desmedida exposición denigratoria, no ya tan sólo para los Baños de Alhama en sí, sino para esta ciudad y sus habitantes, concluyendo su trabajo en poco tiempo, ya que el escrito que le dedica el citado ilustre prócer alhameño Juan de Bustos que se incluye en el libro, haciendo referencia al mismo, está fechado en los primeros días de marzo de 1636.

 Ya la amplia dedicatoria que efectúa Fernando de Vergara en la obra por sí sola, “A la Muy Noble y Leal Ciudad de Alhama”, ocho páginas hablando sobre la misma y reflejando su profundo sentir hacia ella, es transcendental para variados aspectos históricos de esta población que, en algunos casos concretos, se han venido manteniendo hasta nuestros mismos días y que ahora, con el nuevo conocimiento de su aportación, han disipado dudas y erróneas interpretaciones de la historia de nuestra ciudad.



Gran alhameños que llegó a rector de la Universidad de Granada, y dejó huella de ilustre intelectual, después nadie de nuestra Alhama  ha llegado a ese cargo en Universidad alguna.

 A continuación expone la “Razón de escribir” su “Apología por los Baños de Alhama”, en el conjunto del libro pone en evidencia, además de su preparación y conocimientos excepcionales, un inteligente sentido del humor y una singular capacidad para, muy elegantemente, ridiculizar, cuando así cree que debe hacerse, cuanto se pone por delante. Razona que el autor sevillano del “Desengaño de los Baños de Alhama”, había buscado fama y gloria, indica que no fundamentó lo que dijo ya que la ceguera de la vanidad le impide aplicar conocimiento y habla de la malicia o desgracia que aplica. Concluye, tras una muy amplia y minuciosa contestación de aspecto tras aspecto, incluyendo hasta la administración de los Baños  y su costo así como los ataques a la misma ciudad y a sus regidores, mostrándose rotundo en la defensa de la honestidad de las alhameñas que de algún modo ponía en cierta duda el sevillano, abundando en lo ridículo y exagerado que fue la actitud de Fregoso al respecto, recordando el gran malestar del médico porque le hurtaron una sábana mientras se bañaba en las aguas termales de Alhama.   

 En suma, doctor y catedrático, gran alhameños que llegó a rector de la Universidad de Granada, y dejó huella de ilustre intelectual, después nadie de nuestra Alhama  ha llegado a ese cargo en Universidad alguna. Sí de nuestra comarca ha llegado a rector de otra importante Universidad, como es la de Sevilla, el cacineño don Francisco González García, en el periodo  1977-81, siendo catedrático de Química Inorgánica en la misma y no olvidándose de su pueblo como ya expondremos ampliamente en su momento.

 Un orgullo para nuestra comarca ambos rectores de Universidad de nuestra Comarca de Alhama que dejaron huella y quisieron a esta tierra, comenzando por los pueblos de su nacimiento. Como  es una gran satisfacción que contemos en la actualidad con cuatro catedráticos de Universidad alhameños: Ignacio Francisco Benítez Ortúzar, catedrático de Derecho Penal, en la Universidad de Jaén, actual presidente del Patronato de Estudios Alhameños; María del Carmen Benítez Ortúzar, catedrática de Teoría de la Señal y Comunicación en la Universidad de Granada, hermana del anterior; José Jesús Castro Sánchez, catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos en la Universidad de Castilla La Mancha, y hemos de incluir, como persona que se crió y vivió en Alhama desde pequeño hasta que terminó la enseñanza secundaria, siendo querido y respetado como un alhameño más, José Manuel Zurita López,  catedrático de Ciencias de la Computación, igualmente en la Universidad de Granada.

Grabado de Alhama, con el balneario en primer plano, de Georgius Hoefnagle

Antes de concluir esta síntesis sobre Fernando de Vergara, creo oportuno dos indicaciones bibliográficas:

 Una.- Como he escrito en distintas ocasiones, hace tiempo, exactamente en 1981, el destacado historiador andaluz Manuel Moreno Alonso, por medio de su “Historia General de Andalucía”, concretamente en la magnífica “Historiografía” que incluía en ésta sobre títulos de carácter local y regional de una larga relación de poblaciones andaluzas, al hacer referencia a Alhama escribía : “Fernando de Vergara y Cabezas, “Apología por los baños de la muy noble y leal ciudad de Alhama, contra el desengaño que de ellos escribió Francisco Fregoso, G. 1636”. Gracias a esta referencia y a los excelentes fondos bibliográficos con los que cuenta nuestra Biblioteca Nacional, me pude hacer con una copia de ésta publicación.

 Otra.-El lector interesado en esta cuestión en concreto, puede consultar mis trabajos publicados:” Fernando de Vergara y su Apología por los Baños de Alhama”, “La concesión de los títulos de Muy Noble y Muy Leal a Alhama”, “El escudo de Alhama no tuvo flecha alguna”, “Historiadores e investigadores por Alhama”, “Una dedicatoria de Fernando de Vergara a Alhama” y “Fernando de Vergara y Cabezas”, los que quedaron recopilados en “Alhama Histórica-Hojas de Historia de Alhama”. Años 1997-1998, Romany-Samaga Ediciones, Málaga, 1999. Y especialmente el libro “Los Baños de Alhama y la Apología de Fernando de Vergara”, publicado conjuntamente por Alhama Comunicación y Balnearios de Alhama de Granada, 1999.