Aprovechar el frescor de las noches veraniegas, de algunas noches veraniegas, para charlar con amistades es, creo, uno de los mayores placeres que ofrece la vida.
Y en eso estaba, en amistoso coloquio con algunos de mis amigos, refrescándonos por fuera con la brisa que corría y por dentro con los refrescos que el amable camarero nos traía cuando di en solicitar que me propusiesen tema, motivo, asunto o idea con la cual aderezar la siguiente mirada.
- Ufff!! - dijo uno de ellos y verdaderamente me pareció que el resoplido que denota cansancio, fastidio o sofocación era, es, tema apropiado para el adepto a la philosophia de lo cotidiano, que es aquel que disfruta del ocio y el sosiego necesario para poder reflexionar sobre las cosas que componen una vida que son, las más de las veces, cosas no trascendentales, pero no por ello menos necesarias. Y allí mismo, mientras en la amena terraza disfrutaba de la charla, de las gratísimas tapas y refrigerios me puse a considerar el esfuerzo que los profesionales del verano deben hacer para que el resto de los mortales podamos disfrutar de eso que se da en llamar vacaciones, los que tienen la suerte de poder disfrutarlas con relativo sosiego, por tener garantizado el retorno a un empleo dignamente remunerado y con cierta estabilidad. Profesionales de la hostelería, gentes de las agencias de viajes, profesionales de la salud de guardia en lo más caluroso de la canícula, conductores de tren o autobús, actores, músicos y toda la gente que compone la farándula...interminable sería la lista de trabajadores que en esta época del Ufff!! salen cada día o cada noche a ganarse el pan, haciendo además la vida más grata, amable y digna de ser vivida a quienes podemos disfrutar de sus servicios, atenciones, arte o prestaciones.
Ufff!!¡, ¡que calor!, pero es que no para ahí la cosa, porque el calor es algo que se puede combatir, con más o menos acierto, pero es que ese cansancio, sofoco o fastidio es el que siente quien piensa que después de toda una vida trabajando se puede quedar con el culo al aire, esto es, sin pensión por las gestiones de quienes confunden servir con servirse, los cuales, por tener garantizado un más que acomodado retiro nunca piensan en el futuro de los demás. Nosotros, les importamos un ardite y cuando piensan en alguien que no sean ellos mismos, lo hacen simplemente como votantes o como víctimas a las que esquilmar.
Verdaderamente no son motivos para el Ufff!! lo que nos falta a los ciudadanos de esta Europa, con la que los españoles hemos soñado tanto, durante tanto tiempo, pero a la cual quienes la manejan a su antojo, con el cómplice beneplácito de sus votantes, han convertido en la “Gran Ramera de Occidente” que vende sus favores a las más sangrantes tiranías de Oriente mientras es capaz de condenar a todo un país, o lo que se pongan por medio, en pro de la estabilidad del Euro.
Ufff!! una vez más ante quienes usan las religiones para atizar el fuego del odio, de la violencia, del rechazo al que no es como yo, uf!! para quienes creen estar en posesión de la verdad absoluta, para lo que no dudan, para los que matan en nombre de cualquier dios, no me importa en qué idioma se rece a ese dios. Aquel en el que yo quiero creer nunca admitiría una muerte en su nombre.
Temas de reflexión no faltan al philosopho de lo cotidiano, que, bien que lo sé, corre el riesgo de que absorto en tales meditaciones no repare en que sus amigos, tiempo ha que se han marchado, dejando la deuda por pagar, anécdota que aclaro totalmente ficticia para no irritar a mis amigos.
El resto de las meditaciones y las quejas que se esconden tras el Ufff!! del título, lamentablemente poco tienen de ficticias.
Y es, que tantos años después, aún continúan las Españas helando el corazón de los españolitos o abrasándolo con la ira, la rabia y el dolor que tanta y tanta sinrazón, injusticia o tropelía como se usan por quienes tienen poder para hacerlo, provoca.