Acreditada experiencia



Últimamente al candidato Rajoy le ha dado por repetir que a la máquina del estado no se puede poner cualquiera que ni siquiera haya sido concejal, porque se necesita experiencia, o algo así, porque cito, lógicamente, de memoria; puede que la literalidad no sea exacta, pero la esencia del mensaje es ese. Dejémonos de inexpertos y confiemos en gente con acreditada experiencia en las cosas del gobernar.
No seré yo quien desautorice al candidato del PP, porque para eso se bastan ellos mismos con su conducta, con sus políticas y con sus formas de gobernar. Ciertamente tienen un acreditada experiencia en latrocinios, políticas económicas encaminadas a favorecer a los más favorecidos y desfavorecer a quienes nada tienen y otras conductas no menos nocivas, tales como los ataques a la libertades y derechos ciudadanos que la ley de seguridad ciudadana, ley mordaza por otro nombre, trajo consigo. Ciertamente no es experiencia lo que les falta.

Y, precisamente porque esa experiencia no ha traído al país el bienestar al que tenemos derecho (porque nos lo prometieron) creo que cualquier otra persona que se siente en el sillón presidencial, por mucho que ni siquiera haya sido concejal, no lo hará peor que quien ahora lo ocupa siempre que su forma de ver, entender y actuar en política sea la de gobernar para la mayoría. No pido milagros, no aspiro a alcanzar el paraíso en la tierra, exijo que se hagan políticas que eviten la vergüenza de que haya que recoger alimentos para españoles, la vergüenza de que la calefacción sea en algunas casas un inalcanzable lujo en vez de una imperiosa necesidad. Sí, ya sé que no es la primera vez que os fatigo con estas cosas. A mí tampoco me gusta tener que escribir siempre de lo mismo. Hay otros campos de los que podría escribir en esta Plaza pública, otros temas que me interesan. Pero mientras que quede gente con hambre, con hambre en España en 2015, y en esa misma España estén gobernando la gente que ahora lo hace, mientras convivan en el mismo país la riqueza más obscena junto a la más obscena miseria, creo que es mi deber moral insistir en los mismos temas, por mucho que no sirva para nada.

Por tanto, insisto en que la muy acreditada experiencia de gobierno de las gentes a la que representa el candidato Mariano Rajoy, debe ser razón más que suficiente para pensar seriamente en votar a otra gente, no digo a cual, por mas que no hayan tenido ni siquiera un cargo de concejal. A fin de cuentas la maquinaria del estado no debe ser tan compleja ni tan difícil de manejar si es capaz de hacerlo un presidente como Mariano Rajoy que no se ha caracterizado por sus aciertos, precisamente por mucho que ahora insista en que nos ha traído la prosperidad, la estabilidad y todas esas cosas en las que insiste en el convencimiento, de que una mentira que se repite acaba por convertirse en realidad. Para los más de 100.000 dependientes que este año han muerto esperando una prestación que no ha llegado, la realidad ha sido muy distinta a esa de color de rosa que los asesores de Rajoy, con su acreditada experiencia le hacen ver.

No suelo apelar a este tipo de argumentos en los que se cuentan muertos, pero es para no ser cómplice por silencio de este tipo de situaciones por lo que hoy si he querido exponerlo. No se puede vender experiencia y recuperación con tanta gente dejada en las cunetas de la historia.

Hay muchos tipos de franquismo y hay muchos tipos de cunetas.