Coincidirán conmigo en que al pensar en determinados políticos la primera palabra que viene a la mente es “chorizos”.
Y, sin embargo, para mí, el hecho de que hayan trabajado para “saquear España” según propia confesión, no es lo peor de todo cuanto han hecho, estén haciendo o vayan a hacer. Juzgan y juzgarán los jueces estas actuaciones delictivas, pues es a ellos a los que compete entender de acciones delictivas. A mí, como ciudadano votante que soy, no me interesa si roban o no roban o que naden en las aguas fecales de la más abyecta condición moral; porque lo que me afecta no es su corrupción sino su legislación y la gestión de la misma. Una firma en el BOE puede causar mucho más sufrimiento, y más a largo plazo, que el robo directo a que nos someten. Son las leyes las que hacen reformas laborales injustas e ineficaces que crean más precariedad laboral y peores condiciones de trabajo, son las leyes las que hacen recortes en educación, la educación de hoy es el futuro de mañana, son las leyes las que permiten los desahucios, las que deterioran la sanidad pública en favor de la privada, son las leyes las que recortan servicios, derechos y libertades que ha costado años de lucha obrera conseguir... Son los legisladores los que nos han llevado con sus leyes, y los gobernantes con la gestión de las mismas, los que nos han llevado a una situación que debería tener avergonzados, como mínimo, a quienes nos gobiernan.
Deben los jueces y magistrados perseguir los latrocinios de todo tipo que esta gente que nos gobierna llevan a cabo en todos los ámbitos posibles y de las formas más imaginativas; pero los ciudadanos votantes lo que debemos juzgar es la gestión de las políticas que llevan a cabo, lo que debemos tener en cuenta es si se ha mejorado o, siquiera si se ha cumplido el programa presentado en las últimas elecciones o, por el contrario, se ha hecho sistemáticamente todo lo contrario a lo que se ha prometido.
Por lo demás dejarnos llevar por las últimas acciones emprendidas en pre campaña electoral o por el chorreo de informaciones que nos van asaltar a partir de ahora sobre la bondad de nuestros regidores y la excelencia de sus actuaciones en pro del pueblo sería volver a repetir viejos errores. Lo que toca a partir de ahora es el ejercicio de la reflexión, el análisis de las propuestas y su confrontación con la realidad y ejercer el voto, cuando toque con la cabeza bien fría y pensando en el bien común.
Ciertamente podemos y debemos indignarnos ante el saqueo a que nos someten, pero aún mucho más debe indignarnos las políticas que llegan a cabo que, a fin de cuentas, son las responsables de la situación en la que una gran parte de la ciudadanía, en la que incluso debe incluirse a las personas normales que le votan al PP, está, y que está dando lugar a un empobrecimiento de la clase media y a que ya el trabajo no sea garantía ni siquiera de una vida digna. No es solo que nos roben, es que además de robarnos y jodernos (con perdón por la grosería) nos hacen pagar a nosotros la cama.