Mediaba la década de los noventa cuando Juan Cabezas, por entonces director de “Alhama Comarcal” me ofreció la oportunidad de colaborar con ese medio con lo que estimase oportuno.
Después de considerar algún tiempo qué podía aportar a esa publicación, que con tan buenas firmas contaba, decidí que lo único que podía ofrecer era una visión nueva, de emigrante retornado, sobre las cosas de nuestra comarca y empecé a publicar “La otra mirada”, centrándola en los monumentos y rincones de nuestra tierra de especial interés. No conservo, desgraciadamente, el número en que apareció la primera mirada de papel, y por eso ilustro esta mirada digital con una de especial valor sentimental para mi.
Por eso, cuando el 12 de junio de 2010, hace tres años decidí iniciarme en la creación de un blog, pensé que “La otra mirada”, era un nombre tan buen como otro cualquiera y me permitía recuperar algo de aquellos años noventa. Empezó como un blog incluido en Alhama Comunicación y más tarde, los responsables de la página web decidieron que formase parte de la misma como colaboración semanal. Van tres años, que no es mal comienzo para seguir el camino.
A lo largo de este tiempo he escrito de los más diversos temas, según mi humor del momento, y, como no tenía ningún objetivo concreto, tampoco se puede decir que lo haya alcanzado o dejado de alcanzar. Escribo, como todo el mundo que escribe, porque me gusta escribir y por que la oportunidad que brindan las nuevas tecnologías a quienes disfrutamos con esto es única. Nos permiten hacer llegar nuestros pareceres y opiniones a un gran número de gente de manera casi inmediata. Algo demasiado atrayente como para desdeñarlo.
Tres años en los que cada semana dejo mi parecer sobre el mundo en el que vivo, el más cercano y el más lejano y en los que puedo decir que he conseguido hacer algunos amigos gracias a estos desahogos míos. Creo que es más que suficiente razón para continuar mirando el mundo con ojos curiosos, reflexionando sobre lo mirado y compartiendo visión y reflexión con la gente que tenga a bien prestar atención al producto de ello.
Si bien se mira, poder escribir libremente lo que uno desee, y que exista la posibilidad de que sea leído, es más que suficiente recompensa para algo que no es trabajo, antes bien, es placer; y si encima se hacen amigos, miel sobre hojuelas, que dice el dicho. Sigamos mirando con ojo crítico, que hay muchas cosas que no nos gustan y, aun a riesgo de repetirnos debemos darlas a conocer, para que, mirando, veamos, y viendo, reflexionemos y tratemos de poner remedio y evitar tropelías. No es chica labor, que decimos por aquí. Pero hay que ponerse a ello. Aún estamos a tiempo.
La "Otra mirada", cuando se publicaba en Alhama Comarcal, esta corresponde a marzo de 1995
Por eso, cuando el 12 de junio de 2010, hace tres años decidí iniciarme en la creación de un blog, pensé que “La otra mirada”, era un nombre tan buen como otro cualquiera y me permitía recuperar algo de aquellos años noventa. Empezó como un blog incluido en Alhama Comunicación y más tarde, los responsables de la página web decidieron que formase parte de la misma como colaboración semanal. Van tres años, que no es mal comienzo para seguir el camino.
A lo largo de este tiempo he escrito de los más diversos temas, según mi humor del momento, y, como no tenía ningún objetivo concreto, tampoco se puede decir que lo haya alcanzado o dejado de alcanzar. Escribo, como todo el mundo que escribe, porque me gusta escribir y por que la oportunidad que brindan las nuevas tecnologías a quienes disfrutamos con esto es única. Nos permiten hacer llegar nuestros pareceres y opiniones a un gran número de gente de manera casi inmediata. Algo demasiado atrayente como para desdeñarlo.
Tres años en los que cada semana dejo mi parecer sobre el mundo en el que vivo, el más cercano y el más lejano y en los que puedo decir que he conseguido hacer algunos amigos gracias a estos desahogos míos. Creo que es más que suficiente razón para continuar mirando el mundo con ojos curiosos, reflexionando sobre lo mirado y compartiendo visión y reflexión con la gente que tenga a bien prestar atención al producto de ello.
Si bien se mira, poder escribir libremente lo que uno desee, y que exista la posibilidad de que sea leído, es más que suficiente recompensa para algo que no es trabajo, antes bien, es placer; y si encima se hacen amigos, miel sobre hojuelas, que dice el dicho. Sigamos mirando con ojo crítico, que hay muchas cosas que no nos gustan y, aun a riesgo de repetirnos debemos darlas a conocer, para que, mirando, veamos, y viendo, reflexionemos y tratemos de poner remedio y evitar tropelías. No es chica labor, que decimos por aquí. Pero hay que ponerse a ello. Aún estamos a tiempo.
La "Otra mirada", cuando se publicaba en Alhama Comarcal, esta corresponde a marzo de 1995