Pero, ¿hubo alguna vez 445.000 políticos?



 Me apropio del parte del título de una genial e hilarante novela de Enrique Jardiel Poncela, “Pero, ¿Hubo alguna vez once mil vírgenes “, para esta mirada asombrada ante el número de políticos que un diario digital escorado hacia la extrema derecha calcula.

 Para estas cuentas, parecidas a las del Gran Capitán, calcula entre el grupo de los políticos a los 65.896 concejales de toda España, a los que luego vuelve sumar los 40.000 miembros de las mancomunidades, que para serlo deben ser previamente concejales y, así va sumando por el estilo... Otro diario, conservador en este caso, calcula que son unos 80.000 políticos.

 La falacia ha circulado por diversas redes sociales entre una ciudadanía ciertamente molesta con su clase política, con razones evidentes para estarlo que nos tocan al bolsillo, que es donde más duele.

 Lo que subyace en esta idea, compartida y repetida incluso por gente de buena voluntad es que sobran políticos en nuestro país y ahí es donde yo me planto y digo que no. No sobran políticos, lo que falta es ética y honradez en una minoría de ellos, muy visible eso sí. No se puede comparar a un concejal, me da igual del partido que sea, a un alto cargo del gobierno.

 Por otra parte, si suprimimos a los políticos los que nos gobiernen serán profesionales igualmente, a los que también habrá que pagar, y a los que no elegiremos con nuestro voto, a los que no podremos criticar ni exigir responsabilidades, muchos aún tenemos memoria de cuando nuestro país funcionaba así.

 Me gusta poder votar a mis concejales, a mis diputados y si incumplen lo que espero de ellos, o no están a la altura de las circunstancias, tener la libertad de poder criticarlos. Estoy absolutamente a favor de que en las empresas existan sindicalistas liberados que defiendan a los trabajadores y, que también son votados libre y democráticamente. Asumo que el poder corrompe, pero para eso se renuevan los órganos de poder periódicamente, para que el poder absoluto no corrompa absolutamente.

 También es cierto que en nuestras manos está el usar todos los medios que nuestra constitución contempla para criticar, reclamar y exigir a nuestros gobernantes que cumplan lo prometido, derecho de reunión, de manifestación, libertad de prensa etc. Podemos usar esos medios o podemos seguir animando a nuestros equipos de fútbol enfervorizadamente. Incluso podemos hacer las dos cosas, lo uno no interfiere con lo otro.

 Puestos a hacer cuentas sobre cargos que sobran, a mi me salen cuatro que este año se van a gastar 8,26 millones de euros, aunque se rebajen el siete por ciento de esa cantidad les da para vivir como reyes. He hecho las cuentas y con esa rebaja, ellos quedan igual de ricos y yo quedaría igual de pobre. Y no me estoy quejando, solo digo que mi existencia sería mucho más grata si también pudiese elegir cada cuatro años al Jefe del Estado.