La testosterona española



 Pinta muy bien en estas fechas la testosterona española, como demuestran la selección nacional de fútbol, contra Francia y Portugal, el tenista Rafa Nadal y uno que corre mucho con el coche, cuyos éxitos personales todos celebramos como propios.

 Y es que este país ha sido siempre mas de testosterona que de neuronas:”Esto lo hago yo por mis c...” “hay que ponerle huevos al asunto”, son frases coloquiales que resumen perfectamente la idiosincrasia española en estas cuestiones. Prima entre nuestra gente la fuerza, la valentía, y el resolver las cuestiones más con la “masculinidad” que con el uso de la razón, la reflexión, el dialogo y el sosegado estudio de las cuestiones. Basta ver como se dialoga y debate en España, a voces, sin respetar el turno de palabra e imponiéndose al contertulio más por el volumen de la voz que por los argumentos.

 ¿Y la gente que piensa, estudia, investiga, y crea?. La gente de neuronas, vamos. Pues mire usted, haberlos tiene que haberlos, por que como dijo el Guerra (el torero), “hay gente pa tó,” precisamente cuando Ortega y Gasset le dijo qué era un filósofo. Severo Ochoa, Grande Covián y Mariano Barbacid, seguramente han proporcionado a nuestro país, y a la humanidad en general más, beneficios que Casillas y, a mí personalmente los “Dardos en la palabra de” Fernando Lázaro Carreter me han sido más útiles que las aceleraciones de ese que corre tanto con el coche.

 Naturalmente nada tengo en contra ni del deporte ni de los deportistas de élite, siempre que vivan y tributen en España, pero no por eso dejo de reconocer que en este país nuestro, que tantos dolores nos causa, investigar es llorar, más aún en estos tiempos en que se recortan subvenciones a la investigación científica, pero es normal que “la cuarta autoridad del estado” se gaste en viajes, y me da igual que sean públicos que privados el presupuesto anual de una familia de ingresos modestos, euro arriba, euro abajo. Mientras tanto, la gente de músculo triunfa y la de inteligencia, tiene que salir del país en busca de otras tierras donde se valora más la ciencia que el deporte.

 Arrastramos todavía la maldición de la desafortunada frase de Unamuno, ese “que inventen ellos”, que yo, traduzco al español de hoy” Que pongan otros los sesos, que nosotros ya pondremos los....Y no es que falten talento ni neuronas en España, es que desde los poderes públicos no se potencia la investigación científica ni ahora con los recortes, ni cuando “íbamos sobrados” lo que ha sido aprovechado por universidades y centros de investigación de otros países, que si han sabido dar acogida al talento científico español como es el caso del físico cuántico Juan Ignacio Cirac, cuyas investigaciones posiblemente algún día hagan posible ordenadores con unas prestaciones que hoy ni imaginamos.

 No está de más animar a nuestra selección de fútbol, pero sin olvidar que el universo está lleno de posibilidades de estudio, ocio, entretenimiento e investigación aparte de las paradas de Casillas, e incluso otros deportes y deportistas como nuestra representante en el equipo femenino de halterofilia para las olimpiadas de Londres, Lidia Valentín, por ejemplo.